martes, 23 de diciembre de 2008

El fútbol lo tiene largo


El año 2003 el camarín de la U era una joda. En el vestuario compartían Mauricio Pinilla y Faustino Asprilla, dos ases que garantizaban desorden a toda prueba y de todas las formas, más todavía si el primero parecía obsesionado con el miembro viril del colombiano.
Es más, Pinigol, un día en que andaba prendido -cuéntate una de vaqueros-, hizo que el negro se subiera a una camilla que había en el camarín para que éste empezara a mover la herramienta, como si se tratara de un látigo. El Tino se movió de un lado a otro feliz de la vida con ritmo cumbianchero.
En 2005, Unión Española fue la que se caracterizó por sus bromas al estilo pene. El acusado de tener una herramienta de temer era Joel Reyes, volante de nivel medio que calificaba la talla sólo como "mito". Nadie le creyó eso sí cuando en una producción fotográfica se puso detrás de un fierro y, medio en broma medio en serio, preguntó si se lograba ver su "aparato" desde la distancia.
Pero la obstinación con el elemento reproductor no sólo ocurre en estas tierras. En Italia, donde dicen que la pasión se encuentra hasta en las cunetas, también les interesa el tema.
Es el caso de Bruno Cirillo, zaguero del Reggina, a quien todos miran con otros ojos desde que sus compañeros comenzaron a llamarlo "superdotado". Supongo que se entiende por qué.
“Si me llaman superdotado, será porque es cierto. No me comparo con Cassano, que dijo que se acostó con 700 mujeres. Creo que eso fue broma. Yo sólo puedo decir que he estado con más de veinte”, reconoció el humilde futbolista.
Sin embargo, eso no es todo. Consciente de sus virtudes ubicadas bajo el ombligo, el empeñoso Cirillo quiere ir por más, pues siempre ha deseado ser actor porno.
"Mi sueño, desde pequeño, siempre ha sido ser actor porno. Y quién sabe si algún día consigo realizar ese sueño", aseguró el italiano. Dotes parece que no le faltan.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Eu preciso falar de Noble


Hoy un amigo me dio el notición: Curicó Unido, ex equipo de los potreros que en 2009 jugará en Primera, contrataría a Vitor, un astro brasileño que seguramente alguien encontró tomando sol en Copacabana o capeando el calor con una cerveza en una favela.
"Creo que fue seleccionado Sub 20. ¿De cuál Sub 20? Ni idea", me aseguró, ignorante de mayores datos sobre este jugador que vendría ilusionado con romperla en Chile.
Lo curioso es que la supuesta llegada del tal Vitor (en una de esas es como Cafú y nos deja con la boca abierta), surge justo cuando la Confederación Brasileña de Fútbol dio a conocer el increíble número de jugadores de su país que fueron exportados este año: 1.176. Sí, mil ciento setenta y seis.
La cifra asombra. El sólo hecho de pensar que hay más de mil brasileños dando vueltas por las canchas del mundo desconcierta. Que 222 practican jogo bonito en Asia, que 762 hacen cachañas en Europa, que 105 están repartidos en Sudamérica, que 69 en Norte y Centroamérica, y que el resto está en África.
Con tanto brasileño por el mundo, es obvio que varios no den en el tono. Y el fútbol chileno lo sabe bien con algunos grandes casos.
En Colo Colo no olvidan a Toninho (1994), que regalaba una biblia al portero que le anotaba y acá regaló muy pocas; a Renato (1986), que duró menos que un candy; y a Paulao (1997), que llegó con una rodilla menos. Y la UC quedó marcada con Wagner y Edú (1998), uno de los buenos gato por liebre que les han pasado a los cruzados.
Lo anterior sin contar a Darcy da Lima, Liminha, que hizo de las suyas en Coquimbo, pero que en la U (1981) no brilló del todo. Igual la hinchada le tenía su propio canto: “Eh, voce ahí, el gol ya va a salir, Liminha ya está aquí”.
Y sin olvidarse de Mendonca (1995), un moreno con tobilleras al que recomendó un chileno que estaba en una playa brasileña y que ese año se fue a los potreros con Everton. O de Fabio Buda (2007), que llegó a Puerto Montt como el hermano de Caté, el mismo que jugó en la UC y luego partió al fútbol italiano. Bueno, Fabio debió haberse dedicado al estudio.
Cada cierto tiempo y con esa cantidad de jugadores exportables es lógico que un porcentaje amplio no sea más que un fiasco disfrazado de talento. Ojalá que Vitor, que bienvenido seas, no sea de esos y nos deleite. ¡Cuec!

viernes, 19 de diciembre de 2008

El humo del cigarrillo

Cuentan que el asunto ocurrió la tarde del pasado 10 de diciembre.
Víctor Valdés, arquero del Barcelona, andaba en planes de conquista y aquel día invitó a una amiga al cine. Todo iba de maravillas hasta que a la muchacha se le ocurrió -vaya ocurrencia- encender un cigarrillo dentro de la sala, justo cuando empezaba la película y toda la gente hacía silencio.
Las pifias se sucedieron, pero la mujer no apagó el pucho. Sólo lo hizo cuando uno de los presentes, ya choreado y aburrido de tragar humo, le recriminó su actitud. Pero ahí, supuestamente, quedó la crema.
El galancete de Valdés no aceptó que le hablaran fuerte a su acompañante y, sin aviso, le puso un puñete en el rostro al hombre que alegaba. Y luego se le fue encima. Tanto fue el escándalo que el resto del público y los acomodadores tuvieron que meterse para poner calma.
Tras la golpiza, dicen que Valdés quiso salir cascando del cine junto a la muchacha, pero que los mismos que pataleaban por el cigarrillo no se lo permitieron. Querían que llegara la policía. Eso, mientras la persona a la que le llegó el combo iba rumbo al hospital.
Tras chequearse los moretones, el espectador interpuso una denuncia en la comisaría por presunta agresión del jugador catalán. Valdés, que una vez posó desnudo para una revista para solidarizar con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, no se quedó atrás e hizo lo mismo, pero un día después.
Las declaraciones por el juicio comenzaban ayer, pero Valdés ni se asomó por los juzgados. Por algo será.

martes, 16 de diciembre de 2008

Chantas aquí y en la quebrada del ají

Y yo que pensaba que los chilenos teníamos el podio en materia de dobles.
Ejemplos hay varios: el doble del Rafa Araneda, ese flaco moreno con la voz tan insoportable como la del conductor de TVN; el doble de Chayanne, un tacuaco con cara de dedo gordo que pasó de cantar "Fiesta en América" a bailar en jueves femeninos; Marko Zaror, el musculín que doblaba a "La Roca" (Dwayne Jonhson) en el cine; el travesti que la semana pasada apareció en todos los canales porque era igualito a... ¡Madonna!; o el mítico Mauricio Cortés, que se juraba Bam Bam Zamorano y que se paseó por cuanto programa hubo en la época de Francia 98.
Bueno, esa extraña costumbre de ser feliz por parecerse a alguien, aunque la similitud sea mínima, no ocurre sólo en Chile. Ayer luego de leer el diario "Sport" español me di cuenta de que los coños también sufren de este mal.
En Barcelona existe un tal Miguel Martínez que se presenta como el doble de, nada más y nada menos que, Lionel Messi, el crack argentino del club catalán.
Al hombre de verdad se le puede confundir con el futbolista, pero de ahí a que éste se pase rollos con el temita es otra cosa. El muy fresco (arriba en la foto de "Sport") contó que las mujeres se le han lanzado encima en los bares, que le hacen parar el auto y que le da lata decirles a los niños que no es el jugador para no "romperles la magia". Si hasta tiene un show para discotecas vestido de corto.
O sea, un robo extremo de identidad y que él disfruta de lo mejor: "Me lo estoy pasando bien. Me gusta salir de noche y ahora incluso me lo paso mejor”.
¿Habrá dejado atrás las zetas para hablar como argentino? Demás, creo yo .

sábado, 13 de diciembre de 2008

Cóndor for ever


El partido de mañana entre Palestino y Colo Colo, la primera final del Clausura 2008, no ha hecho más que retroceder mi memoria a la niñez.
Al igual que en 1986, cuando yo era un peque, árabes y albos juegan una final en el Nacional. Igualito a esa noche en que mí ídolo, el culpable de que yo gastara harto tiempo creyéndome arquero, demostraba que era un crack.
Roberto Rojas, el mismo que en un partido con Brasil se provocó un corte que le rajó la frente a él y el estómago al fútbol chilensis, ganó dos mano a mano y tuvo tres tapadas geniales, que hacían dudar de cómo un hombre podía decidir tan rápido, doblarse de tal manera y volar tanto para llegar a tapar un balón.
Lo que pocos saben es que ese arquerazo, que jugó en canchas brasileñas, hasta el día de hoy está seguro de que esa noche ante Palestino la cosa no se trató de pura capacidad personal, sino que había un buen toque de aduya divina.
El Cóndor era fanático y devoto de la Virgen de Lourdes, la mujer cuyos colores característicos son el celeste y el blanco. Y por eso en gran parte del campeonato 1986, y obviamente en la final, Rojas jugó con una camiseta celeste y el resto de blanco.
Tras ganar el título esa noche, el tremendo Cóndor Rojas le agradeció a su familia, a su compañeros y "a la Virgen de Lourdes, que me acompañó todo este año".
A más de 20 años en nuestros pastos no ha aparecido nadie que sea capaz de dar el espectáculo que daba Roberto Rojas.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Un consomé para Giovani

En una de las historias contadas en este blog, se hizo referencia a la escandalosa fiesta navideña que el Manchester United tuvo el año pasado. Bueno, el Viejo Pascuero se acerca nuevamente y en el fútbol inglés comenzaron con las joditas. Y el primer porrazo de la época pascuera se lo anotó el Tottenham Hotspur, gracias al jugador mexicano Giovani dos Santos.
Giovani es un morocho delantero hijo de un ex futbolista brasileño y que fue reclutado por el Barcelona cuando apenas era un adolescente. Sólo estuvo un par de años en las cadetes del cuadro catalán y debutó en el primer equipo.
Al muchachín se le veía mucho futuro, pero en el Barcelona sabían que era difícil que se le abriera espacio entre tanta figura. Entonces, qué mejor negocio que venderlo a la primera oferta que llegó, la del Tottenham, en junio de este año.
Los aires ingleses, en todo caso, no le hicieron muy bien a Gio, quien raudamente perdió protagonismo. ¿Y qué ha sucedido con innumerables jugadores que ceden terreno ante sus pares, pero tienen asegurado un buen turro de billetes a fin de mes? Se entregan, sutil o violentamente, eso depende cada cual, a la noche.
Del mexicano no se sabía ninguna conducta mala, hasta que el Tottenham hizo su correspondiente fiesta navideña de 2008. El diario británico "The Mirror", al que corresponde la fotografía, sorprendió a Dos Santos saliendo del Taman Gang Club, donde se realizaba el evento, muerto de curado y en los brazos de un par de gorilones.
Según acusó el periódico, el delantero azteca se cayó al suelo, vomitó toda la cena y luego tomó un taxi.
¿Y qué tanto? ¿Acaso un futbolista en desgracia no tiene derecho a embriagarse para pasar una pena? ¿Cierto Pinigol?

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Eu amo Flamengo


Este año Ronaldo la ha pasado como la mona. En febrero sufrió una nueva lesión en la rodilla izquierda, tuvo que finiquitar su vínculo con el Milan, donde había prometido descocerla, y luego de eso lo siguieron puros dramas.
Se metió con un travesti porque le falló el ojo y lo confundió con una bella dama, su novia lo cortó por gil y, a lo Chino Ríos, Ronnie tuvo que pedir cámara para deshacerse en explicaciones. Después se reconcilió con la polola, pero vino su fiesta de cumpleaños llena de tropiezos: se terminó la cerveza antes de tiempo, casi se fue a los combos y se le vio entrar con una modelo a una pieza. Su mujer se hizo la loca y no lo cascó.
Tras esos episodios, Ronaldo enmendó el rumbo y se propuso recuperarse definitivamente de la lesión. Ni tonto ni peresozo acudió al Flamengo, el club de sus amores, el que le ofreció sin chistar todas sus instalaciones al Fenómeno.
El romance con el Fla se armó nuevamente y los hinchas comenzaron a soñar con que Ronaldo jugara por su equipo. El goleador se dejaba querer y le hacía ojitos a la hinchada.
Eso hasta ayer, que Ronaldo volvió a mandarse un pastelazo de aquellos. Sin tino alguno, el astro cerró su incorporación al Corinthians, justamente el cuadro que busca pelearle a Flamengo el ser el elenco más popular de Brasil.
"Es que Fla no me presentó ningún proyecto", dijo el fresco de Ronaldo, con una sonrisa de oreja a oreja. A esa misma hora, los hinchas de Flamengo lo declaraban como traidor y hacían pebre cada una de sus fotos.

martes, 9 de diciembre de 2008

Negro querido

Domingo, 03.15 horas. Los bares del Barrio Inglés, en Coquimbo, arden y por sus calles algunos aún damos vueltas sin decidir dónde seguir estirando la noche.
Estoy en eso, creyendo estar con los ojos bien abiertos, cuando mi novia me desacomoda. "Mira, ése no es Sulantay", me dice y yo, que no soy coquimbano, me sorprendo con el anuncio.
El Negro va saliendo del pub "La Esquina", del cual es dueño, con su típica chaqueta de cuero. Da un par de pasos y un grupo de trasnochadores lo detiene para sacarse fotos con él.
La noche anterior, en la que también di vueltas por ese regado barrio (no creo que sea necesaria una explicación para eso), la escena había sido la misma.
Parece extraño, pero las ciudades porteñas siempre dan señales de lo que el fútbol significa ahí. Y si las banderas aurinegras de Coquimbo Unido flameando sobre los techos de las casas de la ciudad ya me habían llamado la atención, lo ocurrido con Sulantay terminó por confirmarme la pasión que el fútbol provoca en los puertos.
Los wanderinos Choro Navia, Juanito Olivares y Raúl Sánchez pueden dar fe de ese fervor en Valparaíso y Óscar "Jurel" Herrera podría hablar de lo mismo con Naval en Talcahuano. Y lo que impresiona es que el entusiasmo sigue intacto aunque estos clubes pasen más años en los potreros que en Primera.
Ese fanatismo es tan puro y honesto que acaso por eso que sus ídolos son tan nobles, como el propio Negro Sulantay.
El hombre se fotografió por largos minutos con cada curahuilla que llegó a su lado y cuando yo, que me colé en el lote para retratar la escena, fui el número 20 en hincharlo con que posara para la cámara, él sólo me respondió con un "déle no más mijo".

martes, 2 de diciembre de 2008

Gracias jefecito


Este blog está destinado al fútbol, sus historias de pellejerías y alegrías, pero hoy haré un alto para alegar contra los putos dueños de nuestro país.
Anoche, en la comida anual de la empresa en que trabajo (zanahoria para los conejos, diría alguien con criterio), el hombre encargado de llenarse los bolsillos con nuestro trabajo y con el de varios más, pues sus acciones están repartidas en varias partes, nos dio un vaticinio fatal en su discurso, con muy lindas palabras, cómo no: el mundo está en crisis, va a quedar la cagada y, obviamente, uno tiene que cuidar su pega o si no se va a la mierda.
Hasta cuándo estos hueones -disculpen, pero no se merecen otro apelativo- instauran la cultura del terror contra la gente que hace funcionar el negocio. ¿Se olvidaron de que los que crearon esta maravilla de sistema fueron ellos y no los giles a los que les pagan una miseria, considerando todo lo que les entra? Meter miedo, asustarte, que tus canillas tiriten y que pagues el costo, de eso se trata.
Da rabia, porque estamos rodeados y, lo que es peor, estos mismos genios son los que postulan a presidente a un payaso de apellido Piñera, quien, lamentablemente, ya le tiene lavado el cerebro a medio país.
Acaso crees que tu dividendo, sí, el mismo que para la mayoría ha aumentado en 50 lucas en los últimos tres años, va a bajar por obra y gracia de este monigote. Acaso piensas que este tipo hará que los aranceles universitarios vayan a la baja, contra toda idea de sus amiguitos dueños de universidades. Acaso sueñas que este hombre disfrazado de chiste conseguirá los repuestos del auto chino que compraste este año y que en cinco años más no tendrá un puto taller de respaldo (Yugo se llamaba esa maravilla de auto con el que clavaron a varios hace más de una década). Acaso esperas que este mago premie a tu vieja con dinero fresco por haberse sacado la mugre durante toda la vida.
¿Por qué cresta hay que aguantar tanta basura? ¿Por qué cresta los exportadores de este país, esos pobres hombres que se hacen el pino con las temporeras, no dicen ni pío ahora que el dólar está por las nubes? ¿Por qué cresta hay que hacerse el hueón con todo?
Que no nos metan el dedo en la boca ni menos en el culo, y que la gente deje de pagar los costos de las cagadas. ¿O a tí tu jefe te subió el sueldo más allá de las nubes en la época de vacas gordas? Los milagros no existen amigo mio.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La pichicata italiana

Si alguien apuntaba a Diego Maradona como el rey de la cuchufleta por su gol con la mano a los ingleses y, sobre todo, por la estrecha relación que el argentino sostuvo con la diosa blanca (se supone que ya no pasa nada con el polvito... se supone), permíteme decirte que el pobre Diego era un niño de pecho en su época más descarrilada.
El Diez, crack como pocos, es un amateur en materia de dopaje si hablamos en serio y tomamos en cuenta al italiano Carlo Petrini, que en los 70 jugó por la Roma, Torino, Bologna, Génova y Milan, y que por estos días reveló las más oscuras maniobras de dóping en el calcio de sus tiempos.
Para Petrini, que sólo de milagro no quedó como colador de tanto pinchazo que se dio, doparse a punta de jeringazos era de lo más común.
"Una vez el médico del equipo llevó un frasco en las manos, que parecía una botella de jugo de naranja, y una misma aguja la introdujo cinco veces ahí. Después pinchó a cinco jugadores", contó el italiano en una entrevista al canal Sky.
Tal era el nivel de químicos que se metían al cuerpo Petrini y sus compañeros que bien podrían haber sido protagonistas de Super Campeones, esos dibujos animados en que Oliver Atom hacía goles tras darse 32 vueltas en el aire.
Lee bien: "Luego de las inyecciones te dabas cuenta de lo que te habían dado. Podías correr, saltar, caerte, presentarte ante el portero sin cansarte y con la mente siempre lúcida. Se tenía una fuerza inimaginable".
Si hasta perro con rabia parecía Petrini cuando se dopaba. "Durante un partido te salía una especie de baba verde de la boca, que tenías que escupir para no ahogarte. Y la lengua se hinchaba".
¿Por qué Petrini, que hoy sufre glaucoma en un ojo, se decidió a soltar estas papitas ahora? Porque en Italia está en la escoba por la muerte de 15 futbolistas a causa de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que además ha afectado a otros 50 ex jugadores y que, según se cree, se debería al dopaje.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Julio González, futbolista de verdad

Anoche comenzó la Teletón, obra que para algunos es digna de elogio y para otros no es más que el reflejo perfecto de mendicidad por culpa de un Estado que es incapaz de garantizarle la salud al ciudadano necesitado. Que eso lo juzgue cada uno.
El tema es que con ella se me vino a la cabeza la historia de Julio González, un excelente delantero paraguayo que en diciembre de 2005, a los 24 años, frenó de sopetón su promisoria carrera.
Se acercaba Navidad y González había decidido viajar a Paraguay para pasar la fiesta junto a su familia. Ganador de la medalla de plata en Atenas 2004 y figura en el Vicenza de Italia, Julio era el orgullo de la casa.
El jugador programó su viaje para el 22 de diciembre de ese año, pero el destino no quiso que alcanzara a llegar al aeropuerto. En la carretera rumbo al terminal el auto que conducía, y en el que también iba su compañero argentino Rubén Grighini, chocó a gran velocidad con dos camiones y todo se fue a la mierda.
Grighini sólo tuvo fractura de peroné, pero el guaraní sacó la peor parte: sufrió múltiples fracturas que obligaron a los médicos a amputarle el brazo izquierdo.
González sacó fuerzas quién sabe de dónde y se propuso salir adelante. El Vicenza le ofreció ser DT en sus divisiones inferiores, pero él quería otra cosa: volver a pisar una cancha.
Y lo que parecía imposible lo logró en noviembre del año pasado, cuando vistiendo la camiseta del Tacuary, González actuó 60 minutos frente a Olimpia, en un partido oficial de la liga paraguaya. Sólo fue reemplazado por los fuertes calambres que sintió. La larga inactividad le pasó la cuenta.
"Para mí esta es la victoria de la voluntad sobre la desesperanza", dijo esa vez, aunque pronto tuvo que resignarse al retiro.
Julio González estaba obligado a jugar con una prótesis para mantener el equilibrio frente a los sucesivos roces que hay en el fútbol, pero el elemento no estaba permitido por ser peligroso para los rivales. Qué importa, el paraguayo ya había demostrado que era de verdad.

viernes, 28 de noviembre de 2008

El chino que terminó de asesino


Entre 1995 y 1997, Wen Junwu vivió sus mejores años. Adolescente aún, el entonces joven chino veía como el sueño de ser futbolista lo esperaba a la vuelta de la esquina. No era Zinedine Zidane, pero en un país malo para la pelota, él tenía su gracia.
Wen, que en la foto del "China Daily" muestra todo su talento, se esforzó y fue seleccionado sub 20, lo que más tarde le traería otro premio: jugar en el primer equipo del famosísimo Guangzhou Apollo. Pero la buena vida le duró poco al muchacho.
Obsesionado y tentado con el maldito dinero, Wen se olvidó de romperla en la cancha y se implicó rápidamente en el negocio de las apuestas ilegales. Con muy poca suerte, porque en 1999 los directivos del Guabgzhou Apollo sospecharon que el futbolista, además de su DT y tres compañeros, estaba jugando sucio y lo expulsaron sin derecho a pataleo.
Wen ni siquiera intentó reconciliarse con el fútbol y, ya fuera de los campos, se entregó en cuerpo y alma a las apuestas. Aunque continuó sin suerte, porque lo poco y nada que tenía lo perdió.
Pero el muchacho era porfiado y siguió con la tonterita, pidiéndole constantemente plata a un prestamista. Eso hasta que su deuda llegó a casi 12 mil dólares y fue conminado a pagar.
Wen, que había dejado clarito que era malísimo para apostar, no tenía ni uno e ideó un plan de salvataje: matar al prestamista. Y cumplió. El año pasado, junto a otros dos suejtos, lo apuñaló y, de pasadita, le robó 146 dólares.
La suerte de Wen, sin embargo, estaba echada y a los pocos días fue detenido. En el juicio el ex futbolista se comportó con dignidad y se declaró culpable de asesinato y robo, aunque esa confesión sólo apuró el proceso para ser condenado a muerte. En dos años Wen podría conmutar la sentencia por cadena perpetua, aunque a estas alturas del partido ya nadie cree que la suerte esté del lado de Wen.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Las mujeres no perdonan ni a Pelé


Hace ratito ya que los hombres estamos perdiendo terreno ante las mujeres y no hay mucho que hacer al respecto. No sé si será para bien o para mal, pero el asunto es así y no hay vuelta que darle. Y para más tristeza, el fútbol, esa trinchera que siempre creímos nuestra, también está cediendo frente al avance femenino.
Quién iba a pensar que un día íbamos a ver a Perdro Carcuro, ese comentarista que todos conocimos colorín y que hoy está con el pelo más blanco que Vodanovic, intentando apasionar al televidente con un latero partido de fútbol femenino, correspondiente a un Mundial -¡sí, un Mundial!- que se realiza en Chile.
Quién iba a pensar que en una transmisión encabezada por el mismo Pietro iba a aparecer, de la nada, una voz femenina haciéndole publicidad a una toalla higiénica. Se pasaron. Y lo peor es que uno igual se pone frente a la tele por el solo hecho de ver rodar una pelota.
Injusticia pura. Maldad. Los viejos que pasaban todo el fin de semana en la Cuarta Zona, unas canchas de tierra ubicadas cerca de Las Rejas con Alameda, deben estar con ataque. Acaso el mismo ataque que debe estar sufriendo Pelé, también por culpa de una mujer.
El estadio principal de Maceió, en el nordeste de Brasil, se llama "Rey Pelé" en homenaje al mejor jugador de la historia del fútbol (para mí Distéfano y Maradona están más atrás), pero le queda poquito tiempo con ese nombre. Todo porque la Asamblea Legislativa del estado de Alagoas aprobó un llamativo cambio: dejar de llamarlo "Rey Pelé" y ponerle "Reina Marta".
¿Y quién es Marta? Una muchacha oriunda de Alagoas y que hoy por hoy es la mejor futbolista del mundo. Ni Pelé se salva.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Hola Cuauhtémoc


No sé a pito de qué, pero ayer me acordé de la única vez que tuve al frente a Cuauhtémoc Blanco, díscolo delantero mexicano. Fue hace años, en San Carlos de Apoquindo, donde el jugador llegó junto con el América a entrenarse para un partido de la Libertadores que al otro día tenían en Buenos Aires.
A Cuauhtémoc nadie lo pescaba mucho, pero él se movía como si estuviese en el paseo de la fama. Yo había fijado mi atención en él, porque me extrañaba que ese tipo carente de cuello y de cuerpo poco atlético fuese figura de un equipo de fútbol. Pero Cuauhtémoc tenía su estilo.
Ya había inventado la "Cuauhtemiña", una rara jugada en que envolvía la pelota con los tobillos y luego la levantaba para eludir a los rivales. Y también acumulaba escándalos varios en México.
Cuauhtémoc puteaba árbitros, puteaba rivales, puteaba compañeros, puteaba periodistas y se hacía el lindo con actrices de culebrones aztecas. Pero en la cancha casi siempre la rompía.
Ese día, los periodistas que estaban en el lugar no querían acercársele a Blanco, que siempre ha tenido un carácter de puta madre. Pensaban, con toda razón, que ni los miraría. Y cuando Cuauhtémoc pasó no se arriesgaron. Una lata, porque yo deseaba que lo pararan para así poder meter la cuchara.
Ya sabía todo lo que debía saber de Blanco, sin embargo tenía una duda que sólo él podía aclararme: ¿Por qué cresta su nombre es Cuauhtémoc? Lo medité rápidamente y concluí que debía abordar no más al mexicano, que estaba por subirse al bus."¡Cuauhtémoc!", le grité. El hombre se detuvo, giró su cabeza y arqueó las cejas. "Hola. ¿Te puedo hacer una pregunta?", le dije. "Pues claro", me respondió. "¿Por qué te llamas Cuauhtémoc?", le apunté.
Contra todos los pronósticos, Cuauhtémoc se comportó como un catedrático. "Significa 'Águila que descendió' y es en honor a uno de los últimos gobernantes aztecas que se resistió a la invasión española", me explicó, dando inicio a una conversación harto freak, mezcla de historia mexicana, fútbol y turismo.
Hoy, con casi 36 años, Blanco es el jugador que más quieren ver los aficionados del fútbol gringo, aunque en esa misma liga fue escogido el rival más antipático. ¡Ah! y fue llamado de vuelta a la selección mexicana y el Santos Laguna lo contrató de manera flash para jugar los actuales playoffs mexicanos.

martes, 25 de noviembre de 2008

Sálvate solo

En diciembre del año pasado quedó la escoba en el Manchester United. Como es habitual, el club inglés le organizó una fiesta navideña al plantel y cuerpo técnico que ya se quisiera el mismísimo Viejo Pascuero.
La primera parada fue gastar dinero en el casino, luego jugar a hacer brindis en un famoso pub de la ciudad y para el último lo mejor. Un tonto zandungueo en el hotel Great John Street, reservado en su totalidad, y donde -era que no- llegaron un centenar de mujeres, que no eran precisamente las novias y esposas de los invitados.
Whisky iba, whisky venía. Todos terminaron dados vuelta, pero el que quedó con más resaca fue Jonny Evans: al otro día fue acusado de violación por una dama.
Fue un escándalo de aquellos, pero resulta que todos los años hay Navidad y, por ende, todos los años hay que festejar. Esta vez, eso sí, el único que gozará será Sir Alex Ferguson, el DT de los Diablos Rojos.
Ni tonto ni perezoso, Sir Alex no quiere pasar por un nuevo drama y ya avisó que a la fiesta de este año no irá ningún jugador (el plantel sólo fue invitado a la cena), sino que sólo el staff del club, compuesto por 200 personas, entre los que, obviamente, está él.
Es que como perderse una jarana que promete. La celebración costará más de 13 millones de pesos, será de estilo egipcio, se hará en el local The Pyramids y contará con la bendita presencia de veinte bailarinas especialistas en la danza del vientre, las que moveran sus caderas sólo después de que Ferguson se coma todo el salmón ahumado que pidió como menú.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Sex and the soccer

Romario, rey de la joda y crack de la pelota, dijo una vez que lo mejor que le podía pasar era tener sexo antes de jugar un partido. Es más, el "Baixinho Infernal" hasta confesó que, en un viaje en avión por la selección brasileña, hizo el amor en medio de las turbulencias del vuelo.
Antonio Cassano, "Il Talentino", delantero italiano que hace un par de semanas reconoció haberse acostado con unas 700 mujeres durante su carrera, también aseguró que cuando jugó en el Real Madrid gozó como malo de la cabeza: "En las concentraciones un empleado del hotel me ayudaba a entrar amigas. Tenía sexo toda la noche y después le pedía que se llevase a la muchacha y que a mí me trajera cuatro croissants". El jugador adoraba la mezcla entre sexo y comida.
Una vez, en un foro sobre el Mundial de Alemania 2006, me acuerdo que un ciberhincha se quejó de que las selecciones que jugaban eran tan fomes, que el prefería vivir su propio mundial, pero con su señora. "Mi mujer me exita más que cualquier equipo", escribió el fanático.
El fútbol y el sexo, placeres dignos de cualquier hombre que se precie de tal, siempre han ido de la mano. Festejar un triunfo con sexo, cambiar un mal sexo por un buen partido o motivar con sexo para hacer una campaña espectacular son cosas que ocurren. Esto último es lo que precisamente está pasando en Dinamarca.
Los directivos del Copenhague, club de la liga danesa, encontraron una buena forma de sacarle rendimiento a su cuadro con un particular acuerdo de premios: por cada duelo ganado, la productora de películas porno BN Agentur, auspiciador del elenco, les regala a los futbolistas dos cintas de su catálogo.
Y parece que la idea fue buena, porque el Copenhague marcha segundo en la tabla, a sólo un punto del líder, y hasta el momento ninguna de las esposas de los futbolistas se ha quejado.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Traición a la parrilla

Durante su estada en Colo Colo, Claudio Borghi, Bichi para algunos, Guatón Parrillero para otros, dio varias señales de ser un tipo poco confiable. Berrinches al por mayor y sucesivas cátedras sobre la vida, como si ganar en una cancha te diera derecho a enseñarle al mundo sobre lo humano y lo divino, eran bocanadas de alerta.
Pero el mayor indicio de desconfianza la entregó cuando partió a dirigir a Argentina. "Siempre fui hincha de Racing", dijo una y otra vez, y resulta que apareció firmando por Independiente, justamente el archirrival de la Academia. ¿Raro, no?
Si esto hubiese sucedido en un bar, es como si uno de los bohemios hiciera salud con mineral en medio de vasos transpirados en alcohol.
La vida, que es harto más sabia que Borghi que yo y que tú, le dio una lección a este hombre tan simpaticón y en Independiente duró menos que lo que gravitó el exitoso programa "Sin Mochila".
Sin embargo, el DT se cierra a aprender la lección de que la lealtad, no a un bendito club sino que a la gente, que es lo que vale, no se compra en el kiosco de la esquina.
Borghi, suelto de cuerpo y dicharachero como siempre (si hasta una vez fue elegido Rey Guachaca) salió con su última papita: "¿Dirigir a la U? Ningún trabajo es descartable".
Él asegura que el hambre que sintió de niño lo hace pensar así. Verso. A mí, los más de 12 millones mensuales que ganaba en Colo Colo (sin contar los premios y todos esos bonos extras que sólo existen en el fútbol) me hacen pensar distinto.
A los colocolinos les debe estar ardiendo la entrepierna y a los chunchos la guata se les empieza a revolver. Simpático el gordito.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Entre la botella, la pelota y el amor


El moreno que ves al lado derecho gozando de un Jack Daniel's, foto publicada por el "Daily Mail" inglés, no es un cantante de reggae ni un rapero ostentoso. El hombre es Jermanie Pennant, lateral del Liverpool que al parecer está optando por la botella en vez de la pelotita.
Lo peor es que la historia del pobre Penant habla por sí sola.
Corría febrero de 2005 y se suponía que el futbolista cumplía a cabalidad una suspensión de 16 meses de su licencia de conducir, todo porque lo pillaron manejando borracho. Pero no, Pennant andaba haciendo de las suyas.
Nuevamente pasado de copas, el morocho estrelló su Mercedes Benz contra un poste y la ley le cayó encima. Estuvo un mes preso y recibió el repudio público: en una encuesta de "The Sun" fue elegido como uno de los jugadores más odiados.
Pasó el tiempo y Pennant pareció enderezar el rumbo. Conoció a la guapa Amii Grove e, inundado en amor, hace unas semanas le propuso matrimonio. Ella, feliz de la vida, le respondió que "sí" y, medio en broma medio en serio, aseguró que lo encadenaría para que el muchachín se portara bien.
Mal le fue a la niña, en todo caso. El miércoles el "Daily Mail" publicó varias fotos en las que Pennant está bebiendo de lo lindo en la calle, cerquita de la discoteque Essex, donde, por esas cosas del fútbol, esa noche también estaba la actriz Lindsay Lohan.
Aguante Pennant.

jueves, 20 de noviembre de 2008

A la Araña Negra no se le toca


Lev Yashin nació en octubre de 1929, en Moscú, y desde niño fue fánatico del hockey sobre hielo. Prácticamente obligado por el frío invierno ruso, el pequeño Lev se encerraba en las canchas de la fábrica donde trabajaba su padre para lucirse jugando con sus amigos. Lev era feliz vistiéndose de arquero, recibiendo palos y anteponiendo su cuerpo ante el disco.

Eso hasta que Lev cumplió 14 años y el portero del equipo de fútbol de la fábrica faltó a un partido. Angustiados, los trabajadores buscaron como locos a un reemplazante, aunque sin suerte. La única opción era utilizar al bueno de Lev, el arquerito del hockey. Lev, sin reclamar, aceptó el reto y fue figura. Y nunca más volvió al hielo.

Seis años más tarde el Dínamo de Moscú lo integraría a sus filas sin pensar que el muchacho jamás se movería del club y que se convertiría en uno de los mejores arqueros de la historia. Con el Dínamo, Yashin ganó cinco ligas rusas y aún es el guardameta con más partidos jugados en dicha liga (hoy es la liga rusa) con 326 duelos, en los que sólo recibió 255 goles. Incluso algunos aseguran que tapó más de 150 penales.

La historia estaba hecha para él. Siempre jugó vestido de negro y como además sus reflejos eran fantásticos, fue apodado "La Araña Negra". Por algo ha sido el único arquero en la historia en recibir el Balón de Oro en 1963 como mejor jugador de Europa. También fue campeón olímpico en 1956, campeón europeo en 1960 y subcampeón continental en 1964.

Tan bueno fue Yashin que fue escogido como el mejor deportista ruso del siglo XX y el trofeo FIFA al mejor portero de cada Mundial lleva su nombre.

En 1990 falleció y poco antes reconoció su receta para ser un crack bajo los tres palos: tomarse, religiosamente, una copa de vodka antes de jugar.

Hoy la actualidad deportiva se acordó de él por una maldita ingratitud. El pasado domingo el Dínamo de Moscú, el club de toda su vida, visitó al Zenit por la liga rusa, y los hinchas locales mostraron una pancarta amenazante e indignante: "Tu Yashin murió, tu Dínamo morirá también". Pero como en Rusia nadie le toca el honor a "La Araña Negra", el próximo encuentro el Zenit lo deberá jugar a puertas cerradas. En castigo, porque a Yashin se le respeta.