martes, 23 de diciembre de 2008

El fútbol lo tiene largo


El año 2003 el camarín de la U era una joda. En el vestuario compartían Mauricio Pinilla y Faustino Asprilla, dos ases que garantizaban desorden a toda prueba y de todas las formas, más todavía si el primero parecía obsesionado con el miembro viril del colombiano.
Es más, Pinigol, un día en que andaba prendido -cuéntate una de vaqueros-, hizo que el negro se subiera a una camilla que había en el camarín para que éste empezara a mover la herramienta, como si se tratara de un látigo. El Tino se movió de un lado a otro feliz de la vida con ritmo cumbianchero.
En 2005, Unión Española fue la que se caracterizó por sus bromas al estilo pene. El acusado de tener una herramienta de temer era Joel Reyes, volante de nivel medio que calificaba la talla sólo como "mito". Nadie le creyó eso sí cuando en una producción fotográfica se puso detrás de un fierro y, medio en broma medio en serio, preguntó si se lograba ver su "aparato" desde la distancia.
Pero la obstinación con el elemento reproductor no sólo ocurre en estas tierras. En Italia, donde dicen que la pasión se encuentra hasta en las cunetas, también les interesa el tema.
Es el caso de Bruno Cirillo, zaguero del Reggina, a quien todos miran con otros ojos desde que sus compañeros comenzaron a llamarlo "superdotado". Supongo que se entiende por qué.
“Si me llaman superdotado, será porque es cierto. No me comparo con Cassano, que dijo que se acostó con 700 mujeres. Creo que eso fue broma. Yo sólo puedo decir que he estado con más de veinte”, reconoció el humilde futbolista.
Sin embargo, eso no es todo. Consciente de sus virtudes ubicadas bajo el ombligo, el empeñoso Cirillo quiere ir por más, pues siempre ha deseado ser actor porno.
"Mi sueño, desde pequeño, siempre ha sido ser actor porno. Y quién sabe si algún día consigo realizar ese sueño", aseguró el italiano. Dotes parece que no le faltan.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Eu preciso falar de Noble


Hoy un amigo me dio el notición: Curicó Unido, ex equipo de los potreros que en 2009 jugará en Primera, contrataría a Vitor, un astro brasileño que seguramente alguien encontró tomando sol en Copacabana o capeando el calor con una cerveza en una favela.
"Creo que fue seleccionado Sub 20. ¿De cuál Sub 20? Ni idea", me aseguró, ignorante de mayores datos sobre este jugador que vendría ilusionado con romperla en Chile.
Lo curioso es que la supuesta llegada del tal Vitor (en una de esas es como Cafú y nos deja con la boca abierta), surge justo cuando la Confederación Brasileña de Fútbol dio a conocer el increíble número de jugadores de su país que fueron exportados este año: 1.176. Sí, mil ciento setenta y seis.
La cifra asombra. El sólo hecho de pensar que hay más de mil brasileños dando vueltas por las canchas del mundo desconcierta. Que 222 practican jogo bonito en Asia, que 762 hacen cachañas en Europa, que 105 están repartidos en Sudamérica, que 69 en Norte y Centroamérica, y que el resto está en África.
Con tanto brasileño por el mundo, es obvio que varios no den en el tono. Y el fútbol chileno lo sabe bien con algunos grandes casos.
En Colo Colo no olvidan a Toninho (1994), que regalaba una biblia al portero que le anotaba y acá regaló muy pocas; a Renato (1986), que duró menos que un candy; y a Paulao (1997), que llegó con una rodilla menos. Y la UC quedó marcada con Wagner y Edú (1998), uno de los buenos gato por liebre que les han pasado a los cruzados.
Lo anterior sin contar a Darcy da Lima, Liminha, que hizo de las suyas en Coquimbo, pero que en la U (1981) no brilló del todo. Igual la hinchada le tenía su propio canto: “Eh, voce ahí, el gol ya va a salir, Liminha ya está aquí”.
Y sin olvidarse de Mendonca (1995), un moreno con tobilleras al que recomendó un chileno que estaba en una playa brasileña y que ese año se fue a los potreros con Everton. O de Fabio Buda (2007), que llegó a Puerto Montt como el hermano de Caté, el mismo que jugó en la UC y luego partió al fútbol italiano. Bueno, Fabio debió haberse dedicado al estudio.
Cada cierto tiempo y con esa cantidad de jugadores exportables es lógico que un porcentaje amplio no sea más que un fiasco disfrazado de talento. Ojalá que Vitor, que bienvenido seas, no sea de esos y nos deleite. ¡Cuec!

viernes, 19 de diciembre de 2008

El humo del cigarrillo

Cuentan que el asunto ocurrió la tarde del pasado 10 de diciembre.
Víctor Valdés, arquero del Barcelona, andaba en planes de conquista y aquel día invitó a una amiga al cine. Todo iba de maravillas hasta que a la muchacha se le ocurrió -vaya ocurrencia- encender un cigarrillo dentro de la sala, justo cuando empezaba la película y toda la gente hacía silencio.
Las pifias se sucedieron, pero la mujer no apagó el pucho. Sólo lo hizo cuando uno de los presentes, ya choreado y aburrido de tragar humo, le recriminó su actitud. Pero ahí, supuestamente, quedó la crema.
El galancete de Valdés no aceptó que le hablaran fuerte a su acompañante y, sin aviso, le puso un puñete en el rostro al hombre que alegaba. Y luego se le fue encima. Tanto fue el escándalo que el resto del público y los acomodadores tuvieron que meterse para poner calma.
Tras la golpiza, dicen que Valdés quiso salir cascando del cine junto a la muchacha, pero que los mismos que pataleaban por el cigarrillo no se lo permitieron. Querían que llegara la policía. Eso, mientras la persona a la que le llegó el combo iba rumbo al hospital.
Tras chequearse los moretones, el espectador interpuso una denuncia en la comisaría por presunta agresión del jugador catalán. Valdés, que una vez posó desnudo para una revista para solidarizar con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, no se quedó atrás e hizo lo mismo, pero un día después.
Las declaraciones por el juicio comenzaban ayer, pero Valdés ni se asomó por los juzgados. Por algo será.

martes, 16 de diciembre de 2008

Chantas aquí y en la quebrada del ají

Y yo que pensaba que los chilenos teníamos el podio en materia de dobles.
Ejemplos hay varios: el doble del Rafa Araneda, ese flaco moreno con la voz tan insoportable como la del conductor de TVN; el doble de Chayanne, un tacuaco con cara de dedo gordo que pasó de cantar "Fiesta en América" a bailar en jueves femeninos; Marko Zaror, el musculín que doblaba a "La Roca" (Dwayne Jonhson) en el cine; el travesti que la semana pasada apareció en todos los canales porque era igualito a... ¡Madonna!; o el mítico Mauricio Cortés, que se juraba Bam Bam Zamorano y que se paseó por cuanto programa hubo en la época de Francia 98.
Bueno, esa extraña costumbre de ser feliz por parecerse a alguien, aunque la similitud sea mínima, no ocurre sólo en Chile. Ayer luego de leer el diario "Sport" español me di cuenta de que los coños también sufren de este mal.
En Barcelona existe un tal Miguel Martínez que se presenta como el doble de, nada más y nada menos que, Lionel Messi, el crack argentino del club catalán.
Al hombre de verdad se le puede confundir con el futbolista, pero de ahí a que éste se pase rollos con el temita es otra cosa. El muy fresco (arriba en la foto de "Sport") contó que las mujeres se le han lanzado encima en los bares, que le hacen parar el auto y que le da lata decirles a los niños que no es el jugador para no "romperles la magia". Si hasta tiene un show para discotecas vestido de corto.
O sea, un robo extremo de identidad y que él disfruta de lo mejor: "Me lo estoy pasando bien. Me gusta salir de noche y ahora incluso me lo paso mejor”.
¿Habrá dejado atrás las zetas para hablar como argentino? Demás, creo yo .

sábado, 13 de diciembre de 2008

Cóndor for ever


El partido de mañana entre Palestino y Colo Colo, la primera final del Clausura 2008, no ha hecho más que retroceder mi memoria a la niñez.
Al igual que en 1986, cuando yo era un peque, árabes y albos juegan una final en el Nacional. Igualito a esa noche en que mí ídolo, el culpable de que yo gastara harto tiempo creyéndome arquero, demostraba que era un crack.
Roberto Rojas, el mismo que en un partido con Brasil se provocó un corte que le rajó la frente a él y el estómago al fútbol chilensis, ganó dos mano a mano y tuvo tres tapadas geniales, que hacían dudar de cómo un hombre podía decidir tan rápido, doblarse de tal manera y volar tanto para llegar a tapar un balón.
Lo que pocos saben es que ese arquerazo, que jugó en canchas brasileñas, hasta el día de hoy está seguro de que esa noche ante Palestino la cosa no se trató de pura capacidad personal, sino que había un buen toque de aduya divina.
El Cóndor era fanático y devoto de la Virgen de Lourdes, la mujer cuyos colores característicos son el celeste y el blanco. Y por eso en gran parte del campeonato 1986, y obviamente en la final, Rojas jugó con una camiseta celeste y el resto de blanco.
Tras ganar el título esa noche, el tremendo Cóndor Rojas le agradeció a su familia, a su compañeros y "a la Virgen de Lourdes, que me acompañó todo este año".
A más de 20 años en nuestros pastos no ha aparecido nadie que sea capaz de dar el espectáculo que daba Roberto Rojas.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Un consomé para Giovani

En una de las historias contadas en este blog, se hizo referencia a la escandalosa fiesta navideña que el Manchester United tuvo el año pasado. Bueno, el Viejo Pascuero se acerca nuevamente y en el fútbol inglés comenzaron con las joditas. Y el primer porrazo de la época pascuera se lo anotó el Tottenham Hotspur, gracias al jugador mexicano Giovani dos Santos.
Giovani es un morocho delantero hijo de un ex futbolista brasileño y que fue reclutado por el Barcelona cuando apenas era un adolescente. Sólo estuvo un par de años en las cadetes del cuadro catalán y debutó en el primer equipo.
Al muchachín se le veía mucho futuro, pero en el Barcelona sabían que era difícil que se le abriera espacio entre tanta figura. Entonces, qué mejor negocio que venderlo a la primera oferta que llegó, la del Tottenham, en junio de este año.
Los aires ingleses, en todo caso, no le hicieron muy bien a Gio, quien raudamente perdió protagonismo. ¿Y qué ha sucedido con innumerables jugadores que ceden terreno ante sus pares, pero tienen asegurado un buen turro de billetes a fin de mes? Se entregan, sutil o violentamente, eso depende cada cual, a la noche.
Del mexicano no se sabía ninguna conducta mala, hasta que el Tottenham hizo su correspondiente fiesta navideña de 2008. El diario británico "The Mirror", al que corresponde la fotografía, sorprendió a Dos Santos saliendo del Taman Gang Club, donde se realizaba el evento, muerto de curado y en los brazos de un par de gorilones.
Según acusó el periódico, el delantero azteca se cayó al suelo, vomitó toda la cena y luego tomó un taxi.
¿Y qué tanto? ¿Acaso un futbolista en desgracia no tiene derecho a embriagarse para pasar una pena? ¿Cierto Pinigol?

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Eu amo Flamengo


Este año Ronaldo la ha pasado como la mona. En febrero sufrió una nueva lesión en la rodilla izquierda, tuvo que finiquitar su vínculo con el Milan, donde había prometido descocerla, y luego de eso lo siguieron puros dramas.
Se metió con un travesti porque le falló el ojo y lo confundió con una bella dama, su novia lo cortó por gil y, a lo Chino Ríos, Ronnie tuvo que pedir cámara para deshacerse en explicaciones. Después se reconcilió con la polola, pero vino su fiesta de cumpleaños llena de tropiezos: se terminó la cerveza antes de tiempo, casi se fue a los combos y se le vio entrar con una modelo a una pieza. Su mujer se hizo la loca y no lo cascó.
Tras esos episodios, Ronaldo enmendó el rumbo y se propuso recuperarse definitivamente de la lesión. Ni tonto ni peresozo acudió al Flamengo, el club de sus amores, el que le ofreció sin chistar todas sus instalaciones al Fenómeno.
El romance con el Fla se armó nuevamente y los hinchas comenzaron a soñar con que Ronaldo jugara por su equipo. El goleador se dejaba querer y le hacía ojitos a la hinchada.
Eso hasta ayer, que Ronaldo volvió a mandarse un pastelazo de aquellos. Sin tino alguno, el astro cerró su incorporación al Corinthians, justamente el cuadro que busca pelearle a Flamengo el ser el elenco más popular de Brasil.
"Es que Fla no me presentó ningún proyecto", dijo el fresco de Ronaldo, con una sonrisa de oreja a oreja. A esa misma hora, los hinchas de Flamengo lo declaraban como traidor y hacían pebre cada una de sus fotos.

martes, 9 de diciembre de 2008

Negro querido

Domingo, 03.15 horas. Los bares del Barrio Inglés, en Coquimbo, arden y por sus calles algunos aún damos vueltas sin decidir dónde seguir estirando la noche.
Estoy en eso, creyendo estar con los ojos bien abiertos, cuando mi novia me desacomoda. "Mira, ése no es Sulantay", me dice y yo, que no soy coquimbano, me sorprendo con el anuncio.
El Negro va saliendo del pub "La Esquina", del cual es dueño, con su típica chaqueta de cuero. Da un par de pasos y un grupo de trasnochadores lo detiene para sacarse fotos con él.
La noche anterior, en la que también di vueltas por ese regado barrio (no creo que sea necesaria una explicación para eso), la escena había sido la misma.
Parece extraño, pero las ciudades porteñas siempre dan señales de lo que el fútbol significa ahí. Y si las banderas aurinegras de Coquimbo Unido flameando sobre los techos de las casas de la ciudad ya me habían llamado la atención, lo ocurrido con Sulantay terminó por confirmarme la pasión que el fútbol provoca en los puertos.
Los wanderinos Choro Navia, Juanito Olivares y Raúl Sánchez pueden dar fe de ese fervor en Valparaíso y Óscar "Jurel" Herrera podría hablar de lo mismo con Naval en Talcahuano. Y lo que impresiona es que el entusiasmo sigue intacto aunque estos clubes pasen más años en los potreros que en Primera.
Ese fanatismo es tan puro y honesto que acaso por eso que sus ídolos son tan nobles, como el propio Negro Sulantay.
El hombre se fotografió por largos minutos con cada curahuilla que llegó a su lado y cuando yo, que me colé en el lote para retratar la escena, fui el número 20 en hincharlo con que posara para la cámara, él sólo me respondió con un "déle no más mijo".

martes, 2 de diciembre de 2008

Gracias jefecito


Este blog está destinado al fútbol, sus historias de pellejerías y alegrías, pero hoy haré un alto para alegar contra los putos dueños de nuestro país.
Anoche, en la comida anual de la empresa en que trabajo (zanahoria para los conejos, diría alguien con criterio), el hombre encargado de llenarse los bolsillos con nuestro trabajo y con el de varios más, pues sus acciones están repartidas en varias partes, nos dio un vaticinio fatal en su discurso, con muy lindas palabras, cómo no: el mundo está en crisis, va a quedar la cagada y, obviamente, uno tiene que cuidar su pega o si no se va a la mierda.
Hasta cuándo estos hueones -disculpen, pero no se merecen otro apelativo- instauran la cultura del terror contra la gente que hace funcionar el negocio. ¿Se olvidaron de que los que crearon esta maravilla de sistema fueron ellos y no los giles a los que les pagan una miseria, considerando todo lo que les entra? Meter miedo, asustarte, que tus canillas tiriten y que pagues el costo, de eso se trata.
Da rabia, porque estamos rodeados y, lo que es peor, estos mismos genios son los que postulan a presidente a un payaso de apellido Piñera, quien, lamentablemente, ya le tiene lavado el cerebro a medio país.
Acaso crees que tu dividendo, sí, el mismo que para la mayoría ha aumentado en 50 lucas en los últimos tres años, va a bajar por obra y gracia de este monigote. Acaso piensas que este tipo hará que los aranceles universitarios vayan a la baja, contra toda idea de sus amiguitos dueños de universidades. Acaso sueñas que este hombre disfrazado de chiste conseguirá los repuestos del auto chino que compraste este año y que en cinco años más no tendrá un puto taller de respaldo (Yugo se llamaba esa maravilla de auto con el que clavaron a varios hace más de una década). Acaso esperas que este mago premie a tu vieja con dinero fresco por haberse sacado la mugre durante toda la vida.
¿Por qué cresta hay que aguantar tanta basura? ¿Por qué cresta los exportadores de este país, esos pobres hombres que se hacen el pino con las temporeras, no dicen ni pío ahora que el dólar está por las nubes? ¿Por qué cresta hay que hacerse el hueón con todo?
Que no nos metan el dedo en la boca ni menos en el culo, y que la gente deje de pagar los costos de las cagadas. ¿O a tí tu jefe te subió el sueldo más allá de las nubes en la época de vacas gordas? Los milagros no existen amigo mio.

lunes, 1 de diciembre de 2008

La pichicata italiana

Si alguien apuntaba a Diego Maradona como el rey de la cuchufleta por su gol con la mano a los ingleses y, sobre todo, por la estrecha relación que el argentino sostuvo con la diosa blanca (se supone que ya no pasa nada con el polvito... se supone), permíteme decirte que el pobre Diego era un niño de pecho en su época más descarrilada.
El Diez, crack como pocos, es un amateur en materia de dopaje si hablamos en serio y tomamos en cuenta al italiano Carlo Petrini, que en los 70 jugó por la Roma, Torino, Bologna, Génova y Milan, y que por estos días reveló las más oscuras maniobras de dóping en el calcio de sus tiempos.
Para Petrini, que sólo de milagro no quedó como colador de tanto pinchazo que se dio, doparse a punta de jeringazos era de lo más común.
"Una vez el médico del equipo llevó un frasco en las manos, que parecía una botella de jugo de naranja, y una misma aguja la introdujo cinco veces ahí. Después pinchó a cinco jugadores", contó el italiano en una entrevista al canal Sky.
Tal era el nivel de químicos que se metían al cuerpo Petrini y sus compañeros que bien podrían haber sido protagonistas de Super Campeones, esos dibujos animados en que Oliver Atom hacía goles tras darse 32 vueltas en el aire.
Lee bien: "Luego de las inyecciones te dabas cuenta de lo que te habían dado. Podías correr, saltar, caerte, presentarte ante el portero sin cansarte y con la mente siempre lúcida. Se tenía una fuerza inimaginable".
Si hasta perro con rabia parecía Petrini cuando se dopaba. "Durante un partido te salía una especie de baba verde de la boca, que tenías que escupir para no ahogarte. Y la lengua se hinchaba".
¿Por qué Petrini, que hoy sufre glaucoma en un ojo, se decidió a soltar estas papitas ahora? Porque en Italia está en la escoba por la muerte de 15 futbolistas a causa de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad que además ha afectado a otros 50 ex jugadores y que, según se cree, se debería al dopaje.