domingo, 5 de abril de 2009

"Aquí estoy, no me busquen más"

El brasileño Gilmar Rinaldi fue arquero hasta que decidió dejar los guantes a un lado y convertirse en representante de futbolistas. Al poco rato formó la empresa Gilmar Sports y empezó a sumar dólares en su billetera a punta de contratos.
La nueva vida de Gilmar corrió muy bien. Sumó jugadores importantes y, entre otros, en su corral brillan Julio César, arquero del Inter, y Juan, zaguero de la Roma. ¡Ah! Y Adriano, delantero que le ha hecho ganar dinero, pero también muchas rabias y hartas canas.
Con el atacante, Gilmar las ha sufrido todas, pero lo sucedido esta semana se arrancó de todo lo esperado.
Como tantas otras veces, Adriano llegó a Brasil para jugar por su país en las eliminatorias y se suponía (sí, se suponía) que el jueves debía tomar el avión de vuelta a Italia, para reintegrarse al Inter.
Error. Pasaron los días y en Italia nada se supo del jugador. Y, aunque no lo creas, tampoco en Brasil. Simplemente nadie tenía idea de dónde estaba Adriano. Ni Gilmar, a quien hasta la madre del futbolista lo llamó para preguntarle por su querubín.
"No sé donde está. Del miércoles que no he podido hablar con él", dijo Gilmar el sábado, sin siquiera imaginarse que al otro día sería la mismísima Policia Militar (PM) de Rio de Janeiro la que le daría noticias del delantero.
Según la PM, Adriano estaría en una favela llamada Morro da Chatuba, a donde habría ido para romperla en una laaaaaarga fiesta ofrecida por Paulo Rogerio de Souza, nada menos que un narcotraficante muy buscado por la policía carioca.
En el Inter, José Mourinho ya avisó que a Adriano no lo quiere ni ver en pintura, mientras que en Rio la PM dio un aviso súper tranquilizador a los cercanos al delantero: "Tuvimos noticias de que está en esa favela, pero no andamos detrás de él".
Gilmar y la mamá de Adriano ya saben dónde encontrarlo.

sábado, 21 de marzo de 2009

Paraguayo rabioso

Francisco Esteche es paraguayo, tiene 35 años y está dando sus últimos respiros en el fútbol. Su carrera no ha sido brillante, pero tampoco opaca. Si hasta jugó por la selección de su país y ganó la Libertadores con Olimpia.
Pero el hombre no ha querido colgar los chuteadores y a principios de año decidió fichar por el Jorge Wilstermann, club boliviano que le propuso tratarlo como estrella.
El asunto iba de maravillas, el ducho Esteche era crack del equipo y sus compañeros lo veían como todo un referente. Eso, hasta que el último domingo metió las patas en el barro. Y bien en el fondo del barro.
Wilstermann jugaba contra Universitario y Esteche fue a pelear una pelota que ya estaba perdida. El guaraní chocó con un rival y se fue derechito al suelo, pero el árbitro Joaquín Antequera lo miró con cara de "párate que a tí no te compro".
Esteche se indignó y le gritó de todo al juez, que en el acto lo amonestó. Mal, porque el futbolista se enojó más aún y se fue encima de Antequera, que, muerto de susto, sólo atinó a poner las manos en el estómago del jugador, como para detenerlo. Mal de nuevo, porque ahí sí que se irritó Esteche.
Violentamente, el paraguayo se quitó de encima las manos del árbitro y sacó pecho. Antequera, que transpiraba helado, quiso terminar con la situación antes de que quedara la escoba y le enrostró la roja. "¡Fuera!", le dijo y Esteche que fue por lo suyo, igual que en el 2006, cuando jugando por Olimpia le dio un pisotón a un juez.
Esta vez, haciéndose el vivo, el jugador le pegó un par de puntapiés por debajo al árbitro y ahí se armó la grande. Obviamente, Antequera expuso las pataditas que le dio el guaraní en su informe y ahora el jugador arriesga una sanción de, por lo menos, 40 partidos.
"Estoy arrepentido y no debí reaccionar así, pero el árbitro me empujó la barriga", se lamentó Esteche, mientras el pobre Antequera seguramente intentará hacerse un sahumerio.
El año pasado, Maximiliano Blanco, argentino del Blooming, también de Bolivia, fue castigado por 40 fechas por agredir a adivinen quién: sí, a Antequera.

martes, 10 de marzo de 2009

A este árbitro sí que lo pillaron

Una vez, hace ya varios años, en el estadio Santa Laura, los hinchas que estábamos presentes no entendíamos qué diablos estaba pasando.
Justo detrás del arco norte, donde se supone debía estar la barra de uno de los equipos que jugaba esa tarde, no había una tropa de idiotas cantando como monos (que me disculpen los monos), sino que un reducido grupo de muchachos bañados en negro.
Poleras negras, banderas negras, bolsas de basuras negras, papel picado negro. Todo lo que había era negro. "Alguien estará de luto", soltó un caballero barbón que estaba a mi lado.
Pero pasó un par de minutos y la cosa se empezó a aclarar. Uno de los que lucían de negro sacó un cartel que rezaba "Árbitro estamos contigo".
Más claro quedó el asunto cuando los jueces del encuentro aparecieron en la cancha y, mientras todo el estadio los pifiaba, este ramillete de hinchas extraños comenzó a cantar.
Cuento corto, se trataba de un piño de universitarios que intentaba sumar puntos para una competencia de su facultad. Nadie en su sano juicio, menos alguien que vibre con el fútbol, puede alentar a un árbitro.
Bueno, eso no pasa en ningún lado y menos iba a ocurrir en Bélgica, donde este último fin de semana un juez suplicaba por una barra como la que esa vez estuvo en Santa Laura.
Se trata de Peter Vervecken, quien en un choque de la liga belga entre Gante y Tubize sufrió como condenado. El partido lo ganaba el local por 1-0 cuando al hombre de negro pitó un penal para el cuadro que estaba en ventaja.
Según cuentan, Vervecken se dio cuenta al instante que había metido las patas hasta el fondo con su cobro y, lo primero que hizo, fue correr hacia el portero que se acomodaba para ser fusilado. Dicen que el árbitro miró a los ojos al arquero Nicolás Ardouin y le rogó que tapara el tiro.
"Después de cobrar penal, el árbitro me dijo sávame y páralo, por favor", confesó Ardouin, que obviamente no atajo el penal. El muchacho contó la anécdota muerto de la risa, ni siquiera preocupado por la derrota de su cuadro por 2-0.
Pero el pobre Vervecken se defendió. "Simplemente animé al portero. Nada más. Posiblemente, me comprendió mal", dijo el réferi, que a esas alturas ya no tenía cómo echar la historia atrás.
Ahora, una sola pregunta: ¿No era más fácil ir donde el ejecutante del penal y rogarle que lo pateara a las nubes? Da lo mismo, los más probable es que ese jugador igual hubiese marcado, además de soltar el caset.

martes, 17 de febrero de 2009

De Denthre, su pelo y sus aros

El argentino Fernando Redondo fue un gran jugador. Tras romperla en Argentinos Juniors y Tenerife, el volante brilló con el Real Madrid y su selección, siempre con su juego elegante. Y además, Redondo era un caballero: en su último club, el Milan, jugó muy poco por culpa de las lesiones y él, en un acto difícil de ver, no cobró el sueldo.
Pero en 2004 Redondo se fue del fútbol con una espina clavada. La llegada de Daniel Passarella a la albiceleste lo sacó del Mundial del 98, pues el tozudo técnico obligaba a sus dirigidos a cortarse el pelo y no llevar aros. Redondo lo que más cuidaba era su melena y como no estaba para payasadas renunció a la selección. Payasadas que, en todo caso, no dejarán de repetirse en el fútbol.
O que Royston Drenthe diga lo contrartio. Drenthe es un holandés que juega en el Real Madrid y que, por esas cosas que pasan, se les cruzó a los hinchas merengues. Pifias por doquier, uno que otro insulto racista (el hombre es negro) y críticas de la prensa lo llevaron a borrarse de los últimos tres partidos de su equipo. El muchacho como que se deprimió.
El asunto es que aparte de ser moreno, Drenthe luce una larga cabellera y distinguidos brillantes en sus orejas, lo que poco y nada debe influir en su rendimiento con el Madrid y que, por cierto, le debe traer harta suerte con las damas.
Pero Alfredo Di Stéfano, el hombre de 82 años que es presidente honorífico y emblema del club, piensa todo lo contrario, como en su tiempo lo hacía Passarella con Redondo.
A la Saeta Rubia, como llamaban a Di Stéfano en su época de jugador, se le cayó el calendario y, sin arrugarse, señaló que el holandés "debería cortarse el pelo y quitarse los pendientes". ¿Qué tiene que ver el pelo y los pendientes en pegarle mal a la pelota? Vaya a saber uno.
Pero Drenthe, que ya se está acostumbrando a las quejas del resto sobre su nivel futbolístico, le puso el pecho a las balas y no se achicó, por más que el que le estuviera diciendo tamaña tontera fuese Di Stéfano.
"Yo escucho todo lo que dice él y doy lo máximo para el club, pero lo del pelo y los pendientes es un tema personal. A mí me encanta ir así, así que no voy a seguir sus indicaciones", le respondió el holandés, acaso en su mejor jugada desde que está en el Real Madrid.

lunes, 9 de febrero de 2009

La hora gay

Coincidencia o no, cada cierto tiempo, el fútbol da señales de similitud con la vida, de ser una rueda igualita a la de la vida. Si hasta un tronco que no le pegue a la pelota ni adentro de un ascensor podría darse cuenta.
Ejemplos hay varios, como cuando algún diario amarillento (o blog amarillento) se mofa de un futbolista que fue hallado emborrachándose y, por una indescubrible casualidad, al ratito hay otro caso similar que se destapa. Pero esta vez no se trata de alcohol.
La última historia contada en este espacio fue sobre el machito ruso Andrei Arshavin y resulta que al día siguiente el diario "Mundo Deportivo" dio a conocer una información que podría entrar perfectamente en esa órbita: la camiseta reserva del Barcelona para la temporada 2009/10 será de un juguetón color rosado.
Sí, el Palermo y los peruanos de Sport Boys tienen camisetas oficiales de ese tono, generalmente asociado a las mujeres o a los gays. Y la Juventus, el Alavés, el Sevilla y el Benfica también alguna vez ocuparon el color chillón, con el que ciertos padres suelen vestir a sus hijas recién nacidas.
Sin embargo, lo del Barcelona es para elogiar en tiempos en que cabezas duras como el talentoso Arshavin creen que el mundo sólo se divide entre rudos y frágiles damas. Más aún si el anuncio se hizo justo el fin de semana en el que los catalenes presentaron la primera barra gay del club y de todo el fútbol hispano.
¿Acaso al hombre que le gusta otro hombre no le puede también atraer el fútbol? Si tu respuesta es negativa, deberías tomar el teléfono y pedir hora al loquero. Es como que a mí, que me encantan las mujeres, particularmente mi novia, no me pueda gustar la danza.
El punto más valorable en lo del Bracelona es que, en una época donde se supone que está de moda hablar sobre no discriminar, el club tomó la delantera no sólo para luchar contra el racismo, sino que también sobre la homofobia, obligando a sus jugadores a lucir una prenda bien poco agraciada y que, de manera irremediable, les hará ganarse gratuitamente muchas de esas bromas desgastadas, añejas y pasadas a naftalina.
(La camiseta de la foto es sólo un montaje de Elblaugrana.com)

viernes, 6 de febrero de 2009

Arshavin, "Macho Macho Men"

El fútbol es un deporte bien raro. Por un extraña razón, que por lo demás no tengo idea cuál es, la pelotita siempre ha tenido un desconfiable olor machista.
Hace muy poco que las mujeres intentan ganar terreno en una cancha, los estadios básicamente se llenan de hombres, los bares para ver fútbol se repletan de machos cerveceros y para qué hablar de homosexualidad, porque que pillen confesado a ese pobre sujeto que reconozca su calidad de gay dentro de un vestuario.
Pero en estos tiempos en que el machismo va a máxima velocidad en reversa, Andrei Arshavin, la nueva estrella rusa que fichó en el Arsenal inglés, podría hacer pensar que él es el mejor ejemplo de mentes peloteras abiertas.
Cuando cumplió 17 años, Arshavin ingresó al Instituto de Tecnológia y Diseño de San Peterburgo, porque no se estudiaba mucho y había harta muchacha dando vuelltas. ¿Y qué carrera escogió? La de diseñador de ropa.
El ruso mezcló sin dramas el hediondo perfume a camarín con los trapos y los cortes. Si hasta creo su propia línea de moda, especializándose, nada más ni nada menos, que en ropa femenina. Vaya señal, podría pensar la más feminista de las feministas.
Sin embargo, en un libro que circula por Europa llamado "555 preguntas y respuestas" y que se supone es la autobiografía del famoso Arshavin, el hombre tira todo al tacho de la basura y revela que es un machista de tomo y lomo.
Marcado a fuego por un incidente que sufrió cuando niño, donde una dama lo atropelló y él salió volando por unos diez metros, Arshavin dijo que si dependiera de él, les prohibiría conducir a las mujeres.
"No lo pensaría dos veces. Las mujeres y los hombres son criaturas totalmente diferentes. Y no soporto que fumen ni que mientan", dijo, muy campante.
Y para rematar, confesó su ideal de mujer: "Alta, delgada, de muslos firmes y culo pequeño. No me importan las tetas".
Dicen que Julia, su pareja y madre de sus dos hijos, cumple a la perfección con todos los requisitos.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Entre Elvis y Jesús

A José Roberto de Oliveira, más conocido como Zé Roberto II (el original es de verdad bueno y hasta jugó en la Selección brasileña), le gusta la samba y nada más. Si le preguntas de rock o por alguna banda que toque otra cosa, bien gracias.
Pero eso no es pecado, pues el hombre es brasileño y con el fútbol, la samba y la religión basta y sobra. Con el fútbol sobre todo.
Luego de una buena campaña con el Botafogo en 2007, al año siguiente el volante fue vendido al Shalke 04 en 3 millones de euros. Una ganga para lo que se paga en esta época. Y los hinchas pensaron que el brasileño era la nueva estrella mundial cuando lo vieron por primera vez.
En el debut con su nuevo equipo, Zé Roberto (para qué ponerle Zé Roberto II, eso es muy despectivo) la amasó y a los 33 segundos marcó un gol. "Esta sí que es contratación", deben haber festejado los directivos teutones.
Error. El resto de la temporada el jugador no gravitó y sólo destacó por la gran amistad que formó con Kevin Kurányi, delantero alemán que además cuenta con otras dos nacionalidaes: brasileña, por haber nacido en Brasil, y panameña, pues su madre es de Panamá.
Así, no fue raro que la historia de Zé Roberto en el Schalke 04 llegase a su fin hace un par de meses. Aparte de jugar poco y nada, el futbolista de 28 años alargó, sin avisarle a nadie, sus vacaciones de Navidad. Entre estar muriéndose de frío en Alemania y estar con una cerveza helada tirado en un playa de Brasil no había dónde perderse.
Sin derecho a pataleo, los alemanes lo enviaron a préstamo a Flamengo donde por estos días el crack se pasea con el pecho inflado. Y es noticia por cualquier cosa.
Como ayer, como lo muestra la foto del diario "Globo", que el jugador llegó al entrenamiento con una llamativa polera negra con blanco con la imagen de Elvis Presley, un grande, por un lado, y la de Jesús, un .... (sobre los puntitos le pones lo que quieras), por el otro.
"Kurányi (el alemán-brasileño-panameño) me dio varias poleras, pero esta es la que más me gusta", dijo el hombre, quien después, cuando le preguntaron por las imágenes que llevaba en la camiseta, expuso toda la ignorancia musical con la que se partió haciendo referencia en esta historia.
"¿Elvis? Mmmm... No soy fan de él, pero me gusta por que se ve bien la camisa. Es una camisa bonita. ¿Jesús? Ahí sí, porque soy muy católico", comentó.
Elvis, sacúdete en tu cripta.

lunes, 2 de febrero de 2009

Porno en el televisor

Verano de 2003 y la Selección chilena Sub 20 daba jugo espeso en el Sudamericano de la categoría que se disputaba en Uruguay.
La Roja jugaba en Colonia y dirigida, extrañamente, por dos técnicos (César Vaccia y Fernando Cavalleri, también apodados "Los hermanos sin dolor"), era lo más parecido a un chiste.
El equipo lo componían buenos jugadores, hoy repartidos en ligas como la mexicana, española e italiana, además de ser la base de la Selección adulta. Pero por esos días andaban preocupados de puras cabezas de pescado.
Era de noche y los muchachos se divertían en el hall del hotel de concentración. Las bromas eran bien fomes y el único que las celebraba era un representante de jugadores que pasaba metido en el lugar. Obvio, eso era parte del esforzado trabajo de vender la pomada.
En el hall había un inmenso televisor que, mientras los lolitos chacoteaban, mostraba un partido de fútbol que no interesaba a nadie. Ese aparatito luego haría pasar uno de los peores ratos a dicho agente de futbolistas.
Mientras este sujeto se reía con los jugadores, uno de los seleccionados apodado "Mago" (me imagino que saben de quién hablo) tomó el control remoto para hacerlo tropezar de lo lindo.
Justo cuando el empresario le daba la espalda al televisor, el jugador cambió de canal y puso la señal de porno más exagerado del que disponía la tele. De un segundo a otro, en el inmenso televisor del hall, un hombre y una mujer tenían sexo como malos de la cabeza.
Sin percatarse de nada, cuando el empresario giró se encontró de golpe con un enorme pene y varios quejidos que surgían de la pantalla. El futbolista ya había desaparecido, al igual que sus compañeros, y el control no estaba por ninguna parte.
El representante se puso como loco. Él era el único tipo frente al televisor y no sabía cómo sacar el sexo de la pantalla.
No pasó ni un minuto y una de las recepcionistas del hotel se acercó al agente para pedirle, con cara de "puta el viejo caliente", que cambiara el canal, lo que el hombre nunca logró.
Al otro día, cuando aún no se le quitaba lo rojo de vergüenza del rostro, al empresario le contaron que el control remoto había sido escondido debajo del sofá y que los mismos jugadores que él buscaba tentar con sus sonrisitas condescendientes le habían hecho la bromita.

viernes, 30 de enero de 2009

Brujería a la mexicana

Las cosas están color de hormiga en México. El año pasado, como para dar un golpe, la federación azteca contrató al sueco Sven Göran Eriksson para que se hiciera cargo de la selección y la llevara a lo más alto de lo alto. O sea, súper alto.
Pero el asunto no sería tan simple. Lluvias de críticas y resutados ahí no más, empezaron a enturbiar el panorama. A tal nivel que para el hexagonal final de la Concacaf, de donde saldrán los clasificados de Centro y Norteamérica al Mundial de Sudáfrica, los cuates están pensando en todo, hasta en hacer vudú para que el Tri les dé una alegría.
La delirante idea se le ocurrió al diario local "Récord", quien propuso a sus lectores comprar muñequitos listos para ser pinchados por alfileres por la módica suma de 3,5 dólares. Y como el primer rival del Tri en el hexagonal es Estados Unidos, los primeros monitos vendrían con la camiseta de los estadounidenses.
La promoción, llamada "Vudú, el arma secreta del Tri", incluso viene con un instructivo para que la brujería resulte bien: "Sujeta un alfiler entre tus dedos. Imagina que es un jugador del equipo contrario y clávalo donde quieras. Hazle lo que sea para que México obtenga el pase”.
Se supone que con el correr de las fechas, los muñecos, que son hartos feos y vienen con las piernas atadas, lleno de alfileres, raspones en todo el cuerpo y un solo ojo, serán vestidos con las camisetas de la selección respectiva qie le toque enfrentar.
Pero como la cuestión no anda al lote, los gringos se enteraron de la genial ocurrencia y reaccionaron de inmediato. La empresa que produce los famosos muñecos es Radio Shack y es norteamericana, así que en el acto ordenó a su sucursal en México no distribuir los 8.700 muñecos que les habían solicitado. Es que no quiere que ninguno de sus seleccionados reciba un puntudo alfiler en el estómago, la cabeza o la canilla. Y menos en el culo.
¿Ahora qué se le ocurrirá a los genios del diario "Récord"? No sé, pero deben pensar en algo pronto, porque por algo que desde el año 2000 que México no le gana a EE.UU. Quizás meterles un ají bien picante en el ojo a los rivales es más eficiente.

miércoles, 28 de enero de 2009

Esperando en el paradero

Era mayo de 2007 y en Santiago el frío comenzaba a calar los huesos. Las temperaturas eran bajas y la mayoría se escondía bajo ropa de lana, salvo un extraño grupo de cubanos que llevaba un par de horas en el aeropuerto de Pudahuel con caras de hipotermia.
La gente los miraba de reojo y ellos, uniformados con poleras y short rojos, hacían crujir los dientes, entumecidos. Nadie entendía por qué esos hombres andaban vestidos como si el termómetro marcara 30 grados.
Era la Selección cubana de fútbol que venía a jugar un amistoso con el Chile de Nelson Acosta (se nota que el Pelao buscaba rivales de peso para sus equipos) y que, por esas cosas de la vida, sus encargados nunca pensaron que en Santiago hacía un frío de los mil demonios. Menos pensaron que en Osorno, donde se jugaría el partido, el clima estaría más helado todavía.
Los cubanos eran pura desorganización. Ni buzos para la noche traían. Pero, por otro lado, tenían muchas ganas de crecer en su relación con la pelota para dejar de pegarle con la punta del pie al balón, aunque a casi dos años de eso nuevamente las señales nos digan que en la isla el fútbol con suerte le llega a los tobillos al béisbol.
El fin de semana que recién pasó comenzó el campeonato de fútbol en Cuba y el inicio fue fatal. La mitad de los partidos se suspendió, porque cuatro equipos no llegaron a disputar sus encuentros ya que ni siquiera pudieron subirse al autobús que los trasladaría a la cancha respectiva. Sencillamente, las máquinas nunca aparecieron.
Esta era la imagen: En cuatro puntos distintos del país, cuatro planteles esperaron por varias horas debajo de un paradero, sentados sobre sus bolsos, la llegada de un bus fantasma.
"Tuvimos algunas dificultades con la transportación", espetó Luis Hernández, presidente de la Asociación de Fútbol de Cuba, como si estuviese descubriendo la pólvora.
Cuba fue al Mundial de Francia 1938 y de ahí despareció del mapa futbolero, al igual como el fin de semana desaparecieron los autobuses.

lunes, 26 de enero de 2009

Engordar para morir gordo

La historia se repite una y otra vez, aunque con matices bien distintos. Pasó a fines de los 70, cuando un pequeño Rivaldo, el mismo que luego deleitaría con su fútbol en Europa, mostraba las escalofriantes huellas de la pobreza. La familia del muchacho casi no tenía para comer y la desnutrición lo golpeó: un día debieron extirparle todos los dientes, pues se le habían podrido por la falta de alimento. Terrible.
Más tarde, ya adolescente y después de que a su padre lo atropellara un autobús, Rivaldo se juramentó ser futbolista y, claro está, le ganó por goleada a la vida.
A inicios de los 90, el turno fue de Robinho, en un historia harto menos dramática. Su familia no era pobre ni vivía en una favela, pero las canillas afiladas del moreno dejaban claro que a su cuerpo le faltaban varios kilos.
En el Beira Mar, el club donde iba a pelotear Robinho cuando niño, se les daba alimento a los pequeños y muchos iban a comer más que a jugar fútbol. El primer DT de Robinho cuenta el que muchachín siempre llegó con una minúscula porción de arroz y fejoada, la comida básica brasilera. Esa era su plato de todos los días.
A los 12 años, ese flaquito ya era parte del Santos, que a punta de vitaminas, calcio y una dieta especial mantenida durantes varias temporadas, fortaleció los pocos músculos que tenía su nueva estrella. Todos sabemos quién es actulamente Robinho.
Hoy una vez más el tema se repite en Brasil, tierra bendita en fútbol.
Sucede que hay un delantero de 16 años, llamado Neymar da Silva Santos y que es apuntado como el "Nuevo Robinho", que está siendo sometido a una fuerte dieta para hacerlo engordar, porque los huesos ya se le escapan por entremedio de la piel.
Neymar mide un metro con 73 centímetros, pero apenas pesa 57 kilos. Y eso que en las últimas tres temporadas subió tres kilos. Pero el problema de Neymar no es que sea pobre y le falte alimento, sino que tiene una extraña tendencia a adelgazar. Ya se quisieran algunas mujeres sufrir esta patología.
A los 13 años, cuando el Real Madrid y el Barcelona supieron de su existencia y empezaron a hacerle ojitos, Neymar medía poco más de un metro y medio y pesaba 38 kilos. O sea, un viento fuerte se lo llevaba por el aire.
Por eso, los nutricionistas del Santos, que por lo visto tienen harto trabajo, le armaron una dieta bombástica al juvenil: cinco contundentes platos diarios más un tsunami de proteínas. Es que el tema no es chiste, porque mientras sus compañeros a lo más bajan un kilo tras jugar un partido, eñ flaco Neymar baja tres.
******************************
PD: ¿Recuerdas a Dino Drpic, el croata vicioso cuya historia fue contada hace unos días? El fin de semana su esposa, Nives, confesó que un día cumplieron la fantasía de tener relaciones sexuales en una cancha y que gemieron de lo lindo en la mitad del Maksimir Stadium. Parece que de verdad al muchacho se le arrancan las tortugas.

miércoles, 21 de enero de 2009

Amado por una top model, deseado por los gays

Fabián Cubero era un futbolista más en Argentina. Volante central y apodado "Poroto" -ni idea por qué-, el jugador se destacaba por ser bueno para ir al choque y siempre estar al borde de la expulsión. Su espíritu aguerrido, en todo caso, era muy valorado por los hinchas de Vélez Sarsfield, el club de sus amores.
Sin embargo, la vida de Cubero cambió de sopetón en 2006, cuando dijo que estaba dispuesto a posar en una produccción fotográfica que mezclaba a algunos futbolistas con Nicole Neumann, la guapísima top model argentina. El Poroto jamás pensó que esa mujer, que con su belleza podría elegir al tipo que quisiera, pondría los ojos en un sujeto como él.
Ni tonto ni perezoso, obviamente, Cubero prendió como pasto seco y a las semanas se paseaba de la mano de la maniquí con una sonrisa de oreja a oreja. El amor entre la bella y la bestia, según el mismo jugador dijo una vez, crecía como la espuma. Es más, en 2008 los tortolitos se casaron luego de que la modelo quedara embarazada de Indiana, como extrañamente se llama la hija de ambos.
Si en el fútbol Cubero seguía ahí, en el montón, en materia amorosa era y es la envidia de todos los hombres en Argentina y, por qué no, de varios países más. Pero como si eso no bastara, ahora sumó una nueva faceta para alimentar su ego, aunque a mí esto me pondría algo nervioso: Cubero también tiene locos a los gays trasandinos.
Así lo demuestra la encuesta del portal Sentidog.com, que busca elegir al ícono gay del fútbol argentino y donde Cubero marcha en el primer lugar de la lista con 287 votos, tres más que Andrés Scotti, su más cercano perseguidor.
"La iniciativa tiene como objetivo mostrar la falta de prejuicios del elegido al momento de comunicarle el resultado, en un deporte abiertamente machista y homofóbico como lo es el fútbol", comentaron en el portal, donde el tema se adorna con una foto de la revista "Romeo" en la que el Poroto aparece en boxer.
Tiembla Nicole.

martes, 20 de enero de 2009

Drpic, el croata vicioso

El croata Dino Drpic se estaba volviendo medio loco. En febrero de 2008, no aguantó que en un partido de la liga local los hinchas del Hajduk, el rival, le dedicaran cánticos a su esposa, una tal Nives Celsio que según dicen es estrella de la farándula croata, y no halló nada mejor que bajarse los pantalones y hacerles un cara pálida a los fanáticos.
En el momento el zaguero del Dinamo Zagreb se mató de la risa, pero a los días quería ponerse a llorar. Un aficionado grabó la escenita y el Besiktas de Turquía, que pujaba por ficharlo, anunciaba que no le interesaba un jugador de su calaña.
Esa conducta, en todo caso, era una más entre varias otras que dejaban a Drpic como un zafado. Insultos a compañeros, problemas legales y una discusión con un policía, la que incluso lo llevó a pasar una noche detenido, adornaban su fama de intratable.
Pero, para su mala fortuna, eso no sería todo. El jugador tenía guardadito un vicio que le estaba desordenando aún más la cabeza. Dino es ludópata, es decir, sufre una incontrolable necesidad por los juegos de azar, el casino y todo lo que sea sinónimo de apostar.
Y como todo buen apostador vicioso, Drpic perdía más de lo que ganaba. Así fue como se sumergió en deudas y los directivos del Dinamo Zagreb tuvieron que ir a su salvación para sacarlo del hoyo financiero. Le pasaron 350 mil euros para que les cancelara a los usureros y otros 800 mil para que se pusiera al día con el IVA.
Lo anecdótico es que esto sucedía justo cuando una turista inglesa confundía a su hijo Leone con Maddie McCann, la niña británica desaparecida en mayo de 2007. Muy grata confusión.
Bueno, el asunto es que el vicio parecía controlarse, hasta que los dirigentes se percatarton de que, pese a todo el esfuerzo, Dino seguía con la maldita costumbre de visitar casinos y casas de póker.
La gente del Dinamo Zagreb sintió estafada su confianza con la actitud de Drpic, quien volvió a enredarse con los prestamistas, y el fin de semana golpeó la mesa: le rescindió unilateralmente el contrato al futbolista, quien no volverá a jugar por su club.

lunes, 19 de enero de 2009

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo... Kaká

La Iglesia Renacer de Cristo reúne a una buena parte de evangélicos de Sao Paulo, pero sin duda que su fiel más estiloso es Ricardo Izecson Dos Santos Leite. ¿No te suena? Bueno, la mayoría lo conoce como Kaká.
Kaká es fanático religioso desde que un tremendo costalazo casi lo deja fuera del fútbol, así que siempre que hace un gol o triunfa en algo, le agradece a Dios. Y como el jugador además gana harto dinero jugando por el Milan, pues con la pelota en los pies es un sabio, su iglesia también recibe un pedacito de su torta monetaria por pura beneficiencia.
Pero esa tajadita del pastel hoy podría convertirse en una pastelería completa para los pastores, el rebaño y todo el que siga el culto, Kaká incluido por cierto.
Es que esta semana quedaría definida la transferencia más grande de la historia del fútbol y que involucra precisamente al brasileño: el jugador, de 26 años y que en 2007 ganó el Balón de Oro, iría del Milan al Manchester City por la desorbitada suma de... ¡¡¡150 millones de dólares!!!
Si en 1998 el mundo se remeció porque Denilson partía al Betis por 32 millones de dólares, entonces el valor más alto pagado por un futbolista, o porque el holandés Jaap Stam se convertía en el defensa más caro del mundo al ser comprado por el Manchester United en 18 millones (casi lo mismo en lo que ese año fue traspasado Marcelo Salas de River a la Lazio), qué cresta va a pasar ahora. Si hasta superará los 80 millones en que la Juventus vendió a Zinedine Zidane al Real Madrid en 2001.
"El Milan lo compró en unos 10 millones y ahora lo vende en 150. Negocio redondito", dicen en Italia, mientras en Inglaterra empiezan a temblar con el poder que el jeque Mansur Bid Zayed, uno de los herederos de la familia reinante en el emirato de Abu Dabi y dueña del Manchester City, está demostrando.
¿Sabes qué podrías comprar con todo esa plata?
Más de 15 mil Nissan V16 listitos para convertirlos en taxi, unos 500 Ferrari como el que la otra vez chocó Cristiano Ronaldo para pasar lomos de toro con cara de galán, 1 boeing 787 para volar por los cielos, 17 millones de paquetes de pañales si es que tienes guagua u 800 millones de cajas de fósforos si quieres encenderte en llamas. Y como el hombre es religioso, más de 11 millones de biblias para hacerse pebre rezando.
Así es la vida. El negocio está casi hecho y, en cinco años de contrato, Kaká ganaría más de 18 millones de dólares al año. Saca la cuenta de cuánto facturará al día y ponte a llorar.

jueves, 15 de enero de 2009

La auténtica Nona

Era su época de juvenil en la U y Christian Muñoz hacía lo que quería con la pelota. Pintaba para ser el futuro 10 azul, un lugar que estaba vacío desde la partida de Leo Rodríguez.
El muchacho sabía que tenía pasta de crack y era líder en el vestuario de cadetes, hasta que un compañero le lanzó el apodo que lo mufó de por vida: "La Nona".
Su nariz prominente y aguileña, más su mentón exagerado lo volvían igualito a la abuela de la película "Esperando la carroza". Desde ese momento todo cambió.
El año 2003 "La Nona" encabezó la nómina chilena para el Sudamericano Sub 20 de Uruguay. Estaban Claudio Bravo (Real Sociedad), Marco Estrada (U), Mark González (Betis), Gonzalo Fierro (Flamengo), Luis Jiménez (Inter de Milan), Luis Pedro Figueroa (Colo Colo) y Jorge Valdivia (Al-Ain), por nombrar a algunos. Puras figuras donde el capitán y titular indiscutido era "La Nona" Muñoz. Pese a ello, el equipo fue un fracaso y en primera ronda quedó eliminado.
"La Nona" recibió sus primera críticas, pero se juramentó tapar bocas ganándose un lugar en el primer equipo de la U. Eso llegó en 2004 y los azules fueron campeones del Apertura, aunque el volante no terminaba de convencer. A fin de año lo enviaron a préstamo a Cobreloa.
En Calama le detectaron un problema cardíaco y tampoco le fue bien. Peligrosamente "La Nona" comenzaba a verse como un jugador del montón.
En el segundo semestre buscó nuevos rumbos y se marchó a Wanderers. Ahí siguió dando botes y demostrando que el talento se le había quedado olvidado en alguna cancha de cadetes.
Un año en el puerto y para el Clausura 2006 pasó a Santiago Morning. Pero lo de "La Nona" era una maldición: con el Chago se fue al descenso.
Muñoz no pensaba rendirse y en 2007 se fue a Puerto Montt, un equipo que prometía no pasar zozobras. Mal de nuevo, porque con los sureños también se fue a los potreros.
El asunto parecía chiste a esas alturas, aunque "La Nona" tendría otra oportunidad. En 2008 estuvo en Melipilla y a mitad de año se fue por una oferta tentadora: el todopoderoso José Gálvez FBC de Perú (¿?) lo quería en sus filas. Muñoz no lo dudó y emigró a Chimbote, ciudad de su nuevo equipo. Menos mal, porque al fin de temporada Melipilla también se fue a la B.
Pellejerías más, pellejerías menos, La Nona mostró algo de lo suyo en Perú y hoy se prepara para ganarse la chapa de ídolo en el país vecino: esta semana el Total Chalaco anunció su contratación. ¿Y de dónde salió ese club? Surgió de la únión de Total Clean y Atlético Chalaco, luego de que el primero subiera a la categoría de honor hace unos meses y le vendiera el 51 por ciento de su propiedad al segundo. Vaya cuadro.
Bueno, ahí promete descoserla "La Nona", apodo del que aún nadie ha asumido su autoría.

martes, 13 de enero de 2009

Boludeando con el Chaco Torres

Juan Manuel Torres, el Chaco como le dicen en Argentina por haber nacido en la provincia del mismo nombre, dio el primer aviso en julio del año pasado. Por problemas personales, según indicó el volante esa vez, no llegó a tiempo a la pretemporada de San Lorenzo, aunque por debajo se tejía la verdadera historia: Leo Rodríguez, su representante, intentaba presionar a los directivos para vender al jugador.
La triquiñuela no resultó, pero en el Cuervo tampoco tomaron nota de ese llamativo hecho. Hoy, seguramente, se deben estar preguntando por qué no le dieron un par de palmazos en las nalgas a Torres, de 23 años.
Toma nota.
El domingo, los jugadores de San Lorenzo tuvieron su primera tarde libre en medio de una dura pretemporada y el tope de regreso al hotel era la hora de cena. ¿Qué pasó con el Chaco? Adivina. Se unió al grupo de los más jóvenes, se puso ropa de playa y partió a disfrutar de Mar del Plata. Lo pasó tan bien que jamás contestó el celular, que ya se derretía con tanto llamado, y llegó tres horas atrasado, cerca de la medianoche.
Cuentan que Torres se quiso hacer el vivo, entró al Complejo La Reserva por una puerta lateral y, seguramente en puntillas, se fue derechito a la habitación. Todo mal, porque hacía poco que todo el plantel acababa de cenar y la silla donde él debía ubicarse estaba vacía (también la del juvenil Damián Martínez, su partner).
La ausencia era tan obvia que al día siguiente al Chaco lo subieron a un taxi de regreso a Buenos Aires. Estaba fuera de la pretemporada.
Que se tomó algo en la playa, que no encontró un colectivo que lo llevase de regreso y que se devolvió a dedo. Quién sabe, la cosa es que Torres, cuando jugaba en Racing, ya había reconocido que era un tiro al aire.
Un día rompió la puerta del departamento, porque se le quedaron la llaves en el auto de la novia. Nunca fue capaz de retener la dirección del depa, pues llevaba muy poco tiempo para memorizarla, alegaba. Y cada vez que le pedían su número celular él daba uno distinto, algo lógico si el Chaco siempre debía comunicarse con algún familiar para que le recordase el móvil.
"Es que en cuatro meses tuve cinco celulares. Uno se me cayó por la escalera, otro se me fue en una lancha y otro se ahogó en la piscina. Me pasa por andar boludeando. Me dicen que pareciera que vivo en un cumpleaños", se reía él.
A la luz de los hechos, está clarito que, por lo menos en esas dos últimas frases, el Chaco Torres tenía toda la razón.

lunes, 12 de enero de 2009

Un Pop Corn por el Pibe

Juana Palacios no sabía bien qué hacer con su hijo. El muchacho era seco para la pelota, pero cada vez que le hablaba sobre su futuro éste le salía con una sorpresa. "Me gustaría ser dentista", le decía el niño.
Ella, en todo caso, no se convencía. Su esposo, Jaricho Valderrama, era futbolista y cuando llevaba a su hijo a las prácticas el pequeño se lucía. "¿Y por qué no viniste con el pibe?, le preguntaba su DT, el argentino Rubén Deide, cuando Jaricho, a quien hace unos meses dieron por muerto sin estarlo, no se hacía acompañar por su retoño.
Tantas eran las preguntas por el "Pibe", que Carlos, así se llamaba, terminó adoptando ese apodo. En Pescaíto, su pueblo natal, todos lo llamarían así.
Claro está que el Pibe Valderrama nunca se convirtió en odontólogo y que fue el balón el que guió su vida, transformándose en el más grande futbolista colombiano, puesto que sólo le pelea Wellington Ortiz.
Valderrama repartió talento en Colombia, Francia, España (donde Michel le acarició los testículos) y Estados Unidos. Además, jugó tres mundiales y fue protagonista del 5-0 histórico que los cafeteron le propinaron a Argentina, en Buenos Aires, en el camino a Estados Unidos 94.
Pero fuera de la cancha, con su melena característica, el Pibe también hacía de las suyas. Varias veces se le vio bailando como uno más en los carnavales de Barranquilla, en julio pasado se paseó en Santa Marta vendiendo paltas (aguacates para los colombianos) arriba de un carro y en el 2007 se convirtió en comics para ayudar a una fundación de niños con cáncer. Eso sin contar que una universidad hasta le otorgó el título "Honoris Causa" como Tecnólogo en Educación Física, Recreación y Deporte.
Y a eso hay que agregar que un par de estatuas de él están repartidas por Colombia.
Bueno, y como la leyenda del Pibe Valderrama es eterna, este fin de semana surgió una nueva noticia que estira aún más su historia: en febrero comienza a rodarse la película sobre la vida de Valderrama, donde será interpretado por un tal Bernardo Duque.

viernes, 9 de enero de 2009

El vendedor tentado

Tener en manos propias una camiseta de Alessandro del Piero, Pavel Nedved o Gianluigi Buffon, todas estrellas de la Juventus, debe provocar picazón. Y no por rechazo precisamente, sino que por las ganas de ponerse la vestimenta encima e ir a lucirse con ellas en una pichanga con los amigos.
Pero esos inocentes deseos de ponerse un buen día la casaquilla de un grande es apenas un sueño de cabro chico y harto lejano de lo ocurrido con Adrián Oliva, el italiano que hasta hace poco era el encargado de la tienda oficial de la Juve en su centro de entrenamiento en Vinovo, Turín.
¿Qué sucedió con Oliva? Por sus manos pasaban todos los días las camisetas de los jugadores de la Vecchia Signora, ya fuese para acomodarlas en montones o para vendérselas a los hinchas que se derretían por ellas. Eso hasta que el hombre empezó a caer en la tentación.
Poco a poco, sin que se notara, el pillo de Oliva fue quedándose con una que otra camiseta, aunque no para coleccionarlas en su ropero personal. La ropa la revendía.
El manotazo, en todo caso, no le duró mucho al italiano. Sus jefes se percataron de la constante falta de camisetas, así que no lo pensaron dos veces y pusieron una cámara en el depósito. Resultado: en un par de días pillaron al ladrón en pleno acto, metiendo el botín en una bolsa de basura.
Oliva ya había robado unas 2.000 camisetas y fue detenido justo cuando iba camino a España para distribuirla en el mercado negro. En el furgón portaba 400 prendas, mientras en su departamento se hallaron 600 casaquillas más y 1.900 euros. Ahora, la cana lo espera.

jueves, 8 de enero de 2009

¡Se me van todos!

Rubén Selman es un árbitro chileno que por varios años brilló a nivel internacional. Su único problema -gran problema- es que en lo local, siempre desentonó.
La mejor muestra fue la última final del Clausura, cuando en el partido de ida entre Palestino y Colo Colo, justamente su último duelo como referí, sancionó todo al revés. "Me voy como un grande", señaló él, muy suelto de cuerpo y con el pecho inflado, intocable ante las críticas.
Pero resulta que lo de Selman fue un pelo de la cola al lado de lo que este domingo protagonizó el español Juan Manuel Barros. Toma nota.
Recreativo Linense y Saladillo de Algeciras se topan en la Liga Primera Regional de Cádiz, en España, y el duelo es intenso. Se juega el minuto 54 y el local gana 1-0, pero todo cambia de sopetón cuando dos rivales se dan de pechazos.
Fue tal el caos que provocaron Francis y David Aguilar, los dos choritos, que sus compañeros y hasta algunos hinchas prendieron rápidamente con la trifulca. En menos de un minuto, combos iban y combos venían.
Te preguntarás qué hizo el bueno de Juan Manuel Barros. El hombre de negro no halló nada mejor que suspender el partido por la expulsión de... ¡¡¡TARATATÁN!!! ¡19 jugadores!
Según Barros, nueve futbolistas del local (uno ya había visto la roja en el minuto 27, así que sumaban 10) y otros nueve de la visita no eran dignos de seguir en el campo tras el alboroto. Así que, como la canción, ce fini, el encuentro se acabó.
"No fue tan así. De lo contrario, los jugadores no se habrían ido del estadio conversando tras la ducha", reclamó el presidente del Recreativo, Sebastián Naranjo. "Es una barbaridad", dijo el mandamás de Saladillo, Esteban Rosi.
Lo único claro es que aún no hay nada claro tras la mocha y que todavía nadie sabe qué diablos se hará con el partido.
Lo otro que está clarito es que después de esta, Selman puede descansar en paz.

martes, 6 de enero de 2009

Haciendo trizas a Gascoigne

Luego de romperla durante 18 años en las canchas, Paul Gascoigne, Gazza para sus admiradores, decidió sincerarse consigo mismo y dejar el fútbol para entregarse derechamente a la bebida.
Al hombre nadie le podía reprochar nada, si total cada uno es dueño de hacer lo que desee con su cuerpo y con todo lo que le pertenece. Ni tampoco tenía por qué darle en el gusto a quienes exigían seguir viéndolo con la pelota en los pies. Él quería agrandar su barriga a puro alcohol y eso es problema suyo.
Pero lo cierto es que el ácido, que incluso lo obligó a internarse en 1998, en plena época de futbolista, llevó al pobre Gazza a dar un tropiezo tras otro. De hecho, este año fue dos veces detenido y recluido contra su voluntad conforme a la ley de salud mental de Inglaterra y Gales, y además se le vio golpeando la puerta de un bar a las 8 de la mañana.
Y si hace poco él mismo aseguró que un día de estos se muere si es que vuelve a beber, hoy Gascoigne atraviesa el drama más duro provocado por las copas: el alejamiento de su hijo Regan.
Resulta que la semana pasada el chico de 12 años pronosticó en un programa, llamado "Surviving Gazza" porque se trata de las pellejerías del astro inglés, que Gascoigne morirá luego, dijo que es un mal padre y que su deseo es que lo abandone pronto. Todo eso, acompañado de hirientes confesiones de su esposa Sheryl.
Ver esa imagen y escuchar esas puñaladas, las de Regan, provocaron la indigestión más grande sufrida por Gazza. Mayores a las provocadas por el exceso de whisky.
Tanto que Gascoigne está decidido a llevar el tema a los tribunales y acusar a Sheryl de inducir al pequeño Regan a hablar sandeces por televisión. Es más, un amigo del ex jugador sostuvo que Gazza asume que es un alcohólico sin remedio, pero que su mujer no puede hacer partícipe del show y de ese tipo de programas a su hijo.
Podrán decir lo que quieran del incorregible Gascoigne, pero ni al peor de los curados se le puede hacer pebre por televisión. Y menos que el protagonista de tamaña humillación sea un hijo.

lunes, 5 de enero de 2009

La pelota como bala

El fútbol es como esa mujer que, sentada en la barra con media pierna descubierta, te mira con ojos que parecen incendiarte y que te coquetea con una sonrisa roja, pero que cuando te decides a abordarla te da vuelta la cara, dejándote como pollo mojado sin saber qué cresta hacer.
Desconfiable, socarrón y astuto. Así es el fútbol. Y en cierto modo es entendible: se mueve tanta plata, los egos son tan grandes y los hinchas somos tan huevones que es lógico que el fútbol, cual demócrata cristiano, vaya para donde calienta el sol.
El 26 de octubre y por primera vez en la historia, la selección de Palestina jugó un partido de fútbol entre los suyos. Fue en Al-Raam, ante Jordania, hubo un chileno en el medio (Tito Bishara) y,obvio, apareció Josep Blatter, mandamás de la FIFA, para posar ante los flashes. El fútbol no podía estar fuera del "Partido por la Paz", una noble causa.
A dos meses de eso, los palestinos están siendo atacados sin misericordia por el tozudo Israel (está clarito que los judíos no aprendieron nada del dolor que alguna vez sufrieron) y en el tete nadie se entromete. Que a los palestinos los hagan bolsas, total el mundo se preocupa de cualquier cosa.
¿Y el fútbol? Bien gracias. "Que se haga otro partido por la paz", podría decir alguien. "Jajaja", sería la mejor respuesta.
La pelotita no terminará con los conflictos, pero dar una pequeña señal es una muestra de honor. Y mientras las balas corren y los tanques disparan a diestra y siniestra, Bayer Munich se pasea en un zoológico en Dubai, Barcelona disfruta con la visita de Maradona en una práctica, Boca busca y busca a Nery Cardozo que se arrancó para fichar en Jaguares de Chiapas, el Milan espera el debut de Beckham y en México sólo piensan en la Interliga.
Si el fútbol se llena de solidaridad al estilo Teletón cuando le conviene, hoy se hace el leso al igual que la mayoría, porque también le conviene.